El Papa desea a los príncipes de Asturias que sean "referencia ejemplar" para las familias

"Una convivencia fiel que no caduca conlleva promesas de vida", les dijo Juan Pablo II

El papa Juan Pablo II recibió ayer a los príncipes de Asturias y les deseó que formaran "un hogar feliz" que fuera "punto de referencia ejemplar" para las familias españolas. "Les agradezco que hayan venido para recibir mi bendición", dijo el Papa como saludo. "Es una alegría volver a verle, Santidad, y presentarle a mi esposa, ya como marido y mujer", le respondió el príncipe Felipe. "Hemos concluido nuestra luna de miel y regresamos ya a España, dispuestos a trabajar", añadió. Los príncipes españoles mantuvieron la tradición de la Familia Real española de visitar al Papa tras los enlaces mat...

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El papa Juan Pablo II recibió ayer a los príncipes de Asturias y les deseó que formaran "un hogar feliz" que fuera "punto de referencia ejemplar" para las familias españolas. "Les agradezco que hayan venido para recibir mi bendición", dijo el Papa como saludo. "Es una alegría volver a verle, Santidad, y presentarle a mi esposa, ya como marido y mujer", le respondió el príncipe Felipe. "Hemos concluido nuestra luna de miel y regresamos ya a España, dispuestos a trabajar", añadió. Los príncipes españoles mantuvieron la tradición de la Familia Real española de visitar al Papa tras los enlaces matrimoniales, como ya hicieron las infantas Cristina y Elena tras sus bodas.

Don Felipe conoció a Juan Pablo II en 1982, durante el primer viaje papal a España, y había coincidido con él en otras ocasiones. La última fue en mayo de 2003, de nuevo en Madrid. Para su esposa, Letizia Ortiz, se trataba del primer encuentro.

Doña Letizia acudió a la audiencia con un traje largo negro y tocada con peineta y mantilla. Lucía la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, que le fue concedida poco antes de contraer matrimonio con el heredero de la Corona, y la banda celeste de la misma orden. Don Felipe, de frac, vestía también banda celeste y adornaba su solapa con el Toisón de Oro. La pareja llegó al Vaticano poco antes de las 11 de la mañana, acompañada del jefe de la Casa Real, Alberto Aza, y del nuevo embajador de España ante la Santa Sede, Jorge Dezcallar, ex director del Centro Nacional de Inteligencia.

La audiencia duró unos 25 minutos, de los que seis correspondieron a conversación privada. Juan Pablo II, que habló siempre en castellano, se mostró cordial con la pareja y leyó un breve discurso. "Les agradezco la deferencia de haber querido visitarme en los comienzos de su vida conyugal, el nacimiento de una nueva familia es siempre un gran acontecimiento", declaró el Pontífice, "pues una convivencia fiel que no caduca, conlleva nuevas esperanzas y promesas de vida". "Renuevo, pues, los votos que ya les envié para el día de la boda, y pido a Dios que les ayude en este nuevo estado de vida, para que formen un hogar feliz, el cual, por el relieve que tiene en la sociedad española, sea también punto de referencia ejemplar para tantas familias de esa querida nación", agregó.

Tras despedirse de Juan Pablo II, los príncipes saludaron al secretario de Estado (jefe del Gobierno) vaticano, cardenal Angelo Sodano, e hicieron un recorrido por el interior de la basílica de San Pedro, deteniéndose con especial atención ante el baldaquino de Bernini sobre el altar principal y ante La Piedad de Miguel Ángel. Besaron, como es tradición, el pie de la estatua de bronce de San Pedro y oraron en la capilla del Santísimo Sacramento, la más importante del templo. En la plaza de San Pedro encontraron a multitud de españoles que les aplaudieron y vitorearon.

Desde la Ciudad del Vaticano, los príncipes se desplazaron a la plaza de España, donde presidieron una recepción y un almuerzo ofrecido por el embajador Dezcallar. Por la tarde regresaron a Madrid.

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Los príncipes de Asturias charlan con el Papa durante su visita al Vaticano.EFE

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