Reportaje:Eurocopa 2004 | Una de las mejores armas del anfitrión

El 'momento Deco'

El centrocampista de Portugal empezó de suplente, pero ha retomado su cartel de decisivo

Anderson Luiz de Souza, Deco, ha pasado por distintos estados de ánimo durante la Eurocopa. Brasileño de nacimiento, nunca ha contado con la estima de la generación portuguesa que encabeza Figo. Ni siquiera la condición de campeón de Europa con el Oporto le ha permitido tener un ascendiente sobre el colectivo que maneja Luiz Felipe Scolari. Empezó como suplente en el partido contra Grecia y, aunque se ha mantenido como titular, acabó el encuentro de los cuartos de final contra Inglaterra como falso lateral derecho. "Un puesto que desgasta mucho", reconoció ayer el propio futbolista, "au...

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Anderson Luiz de Souza, Deco, ha pasado por distintos estados de ánimo durante la Eurocopa. Brasileño de nacimiento, nunca ha contado con la estima de la generación portuguesa que encabeza Figo. Ni siquiera la condición de campeón de Europa con el Oporto le ha permitido tener un ascendiente sobre el colectivo que maneja Luiz Felipe Scolari. Empezó como suplente en el partido contra Grecia y, aunque se ha mantenido como titular, acabó el encuentro de los cuartos de final contra Inglaterra como falso lateral derecho. "Un puesto que desgasta mucho", reconoció ayer el propio futbolista, "aunque me gustó defenderlo porque me sentí muy útil para el equipo". El papel de Deco fue más bien secundario respecto a Figo primero y Rui Costa después, de ahí que acabara por jugar en una demarcación que para nada se ajusta a sus características.

"Somos superiores a Holanda o, al menos, más fiables. Es capaz de lo mejor y... de lo peor"

A sus 26 años, Deco es un centrocampista brasileño nacionalizado portugués que desequilibra en la penúltima jugada de cualquier partido, la que sirve precisamente para habilitar al delantero frente al portero. Tiene talento, una excepcional vista periférica del juego y una imaginación que le permite poner siempre el mejor pase. Aunque no ha alcanzado el nivel que hace dos temporadas le llevó a la cúspide del fútbol europeo, ha recuperado su cartel de jugador decisivo y, por tanto, dispuesto a competir con uno de los equipos de más fama del continente.

El Barcelona tiene prácticamente cerrada su contratación, aunque el jugador procura no desvelar su futuro inmediato. "Evidentemente, me gustaría jugar en el Barça", afirmó ayer, a regañadientes, mientras pedía a los periodistas que le preguntaran por su selección y no por su negociado. "Necesito jugar en un equipo que me permita mantener al menos el nivel que he mostrado en el Oporto", prosiguió; "iré al club que más me guste". Y, al decir de la prensa portuguesa, ese club es el azulgrana.

"Deco y Ronaldinho formarían una pareja estupenda en el Barcelona", advierte Scolari, un buen conocido de su vicepresidente, Sandro Rosell, que, en su día, abogó por la contratación del técnico brasileño, hoy seleccionador portugués. Scolari ha acabado por entregarse a Deco, que en sus siete años en Portugal ha mejorado su capacidad para armar el pase decisivo y, además, se ha convertido en un centrocampista laborioso y muy intervencionista. Los números le señalan como el jugador del equipo anfitrión que más faltas ha cometido (19) y recibido (22). "No había reparado en un detalle como el que se me pregunta", responde Deco; "es mi forma de jugar".

A Deco no le interesa redundar sobre su figura y mucho menos respecto a sus posibilidades de competir por el Balón de Oro: "Hay jugadores mucho mejores que yo". Prefiere igualmente no abundar en detalles técnicos y personales como el penalti que tiró Postiga al estilo Panenka en la tanda decisoria contra Inglaterra: "Yo nunca me habría atrevido. Postiga tiene una personalidad muy fuerte". Y, por supuesto, declina comentar cualquier asunto delicado, como el de su nacionalización y la crítica que provocó en Figo: "No tengo nada que decir". Deco es muy particular y únicamente reclama protagonismo en el campo de juego.

"Por encima de cualquier asunto personal", concluye, "mi meta es que Portugal llegue a la final de la Eurocopa y la gane. Sinceramente, creo que lo vamos a conseguir porque somos superiores a Holanda o, al menos, más fiables. Los holandeses son muy fuertes como equipo y tienen grandes futbolistas, pero de la misma manera que son capaces de lo mejor también lo son de lo peor. Ahí es donde está nuestra opción".

Deco se presenta como uno de los jugadores capitales en el partido contra Holanda después de que Scolari haya aprendido a conjugar la alineación entre jugadores del Benfica y el Oporto, club representante mayoritario de una ciudad que se sintió menospreciada por el seleccionador. Entre otras razones, por la suplencia de Deco y la no convocatoria de Vítor Baía, el portero titular del equipo campeón de Europa. Las negociaciones con el Barcelona han recordado a Scolari que Deco es un número uno.

Deco, ayer, en su comparecencia ante los periodistas.ASSOCIATED PRESS

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