Reportaje:Eurocopa 2004 | El impacto de un partido prodigioso

El más valiente

Karel Bruckner, el seleccionador checo, suele alinear una defensa de cuatro e improvisar el resto del equipo según las necesidades tácticas

"Mejor que un concierto de Robbie Williams o que un desfile de Giorgio Armani". La prensa europea se deshizo ayer en elogios hacia el espectáculo que dieron el sábado Holanda y la República Checa en un duelo que acabó 2-3. Las alabanzas también fueron para Karel Bruckner, el seleccionador checo, por su "arriesgado planteamiento táctico". El veterano entrenador -a sus 69 años, es el segundo mayor de la Eurocopa, por detrás del croata Otto Baric- fue, una vez más, parco en palabras: "El equipo ha hecho un buen trabajo".

No se decía lo mismo hace tres años, cuando Bruckner, apodado ...

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"Mejor que un concierto de Robbie Williams o que un desfile de Giorgio Armani". La prensa europea se deshizo ayer en elogios hacia el espectáculo que dieron el sábado Holanda y la República Checa en un duelo que acabó 2-3. Las alabanzas también fueron para Karel Bruckner, el seleccionador checo, por su "arriesgado planteamiento táctico". El veterano entrenador -a sus 69 años, es el segundo mayor de la Eurocopa, por detrás del croata Otto Baric- fue, una vez más, parco en palabras: "El equipo ha hecho un buen trabajo".

No se decía lo mismo hace tres años, cuando Bruckner, apodado El Mago tanto por sus mágicas habilidades en el banquillo como por su imagen -alto, de pelo blanco y rasgos marcados, se da un aire al actor británico Ian McKellan, que encarnó al mago Gandalf en la trilogía El Señor de los Anillos-, tomó las riendas de la selección tras el fracaso de Josef Chovanec. Por tercera vez consecutiva, la República Checa quedaba apeada de un Mundial. "No tiene autoridad para tratar con estrellas como Nedved, Rosicky y Koller", "es demasiado viejo" o "fue un jugador de segunda" fueron algunas de las muchas tachas que recibió por parte de sus detractores.

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Pero Bruckner, nacido en Olomuc en 1939, les cerró la boca con resultados: clasificó al cuadro para la Eurocopa de Portugal con siete victorias y un empate, incluido el triunfo en septiembre de 2003 ante Holanda. "Probablemente sea el mejor partido que haya visto en mi carrera como entrenador", dijo entonces. Quizá haya hecho algún cambio en su lista de encuentros preferidos después de lo visto el pasado sábado en el estadio de Aveiro, curiosamente también ante los holandeses.

La receta del pastel

El veterano entrenador jugó durante 27 años en sólo dos equipos: el Olomuc y el Banik de Ostrava. También eligió el club de su ciudad natal para estrenarse en el banquillo. En la República Checa es una auténtica leyenda. Consiguió, por ejemplo, que en Europa se hablara del Zbrojovka Brno, con el que participó en varias ocasiones en la Copa de la UEFA. Tras una breve, pero fructífera época en Eslovaquia, donde triunfó con el Inter de Bratislava, regresó a su país. Como ayudante de Chovanec, cogió primero las riendas de la selección sub 21, que quedó subcampeona de Europa, y más tarde las de la sub 23, clasificada para los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

Un periodista le preguntó en una ocasión cuál era el secreto de su éxito. "Sólo conozco una receta y es la de un pastel", bromeó. Quizá no tenga una receta, pero como buen mago sí tiene sus trucos. Al contrario que Chovanec, Bruckner suele apostar por un sólida defensa de cuatro jugadores. El resto es pura improvisación, basada en un gusto casi maniático por la táctica.

Son bien conocidas las larguísimas charlas teóricas que el entrenador de Ostrava imparte a sus futbolistas antes de cada uno de los encentros importantes que deben afrontar. "Somos un auténtico conjunto. Siempre sabemos lo que tenemos que hacer y dónde tiene que ir el balón", asegura el centrocampista Galasek.

Bruckner saluda tras la victoria sobre Holanda.REUTERS

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