Eurocopa 2004 | Segunda jornada del Grupo D

Dos penaltis escamoteados en el área germana

Oporto

Dos veces derribaron los defensas alemanes a Verpakovskis dentro de su área y ninguna de las dos fue señalada como penalti por el árbitro, el inglés Michael Riley. Quedaron, pues, impunes.

La falta más clamorosa sucedió en el del minuto 55. El delantero letón penetró en los dominios de Kahn, cambió de ritmo, le tiró un caño a Wörns y, cuando estaba a punto de rematar, fue agarrado por un hombro por el otro central, Baumann. Nada. El colegiado mandó seguir el juego y el atacante lanzó al aire un manotazo en un gesto de rabia y de impotencia.

Pero la cosa, para...

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Oporto

Dos veces derribaron los defensas alemanes a Verpakovskis dentro de su área y ninguna de las dos fue señalada como penalti por el árbitro, el inglés Michael Riley. Quedaron, pues, impunes.

La falta más clamorosa sucedió en el del minuto 55. El delantero letón penetró en los dominios de Kahn, cambió de ritmo, le tiró un caño a Wörns y, cuando estaba a punto de rematar, fue agarrado por un hombro por el otro central, Baumann. Nada. El colegiado mandó seguir el juego y el atacante lanzó al aire un manotazo en un gesto de rabia y de impotencia.

Pero la cosa, para colmo letón, no quedó ahí. Más tarde, en el minuto 82, el mismo Verpakovskis volvió a entrar en el área, esta vez más esquinado, pero con el mismo resultado de la anterior ocasión: Wörns le pisó el pie y lo derribó. Tampoco el árbitro entendió que hubiera una acción antirreglamentaria.

Las dos se produjeron en el fondo completamente ocupado por los aficionados alemanes.

También causó estupor entre la prensa internacional la designación por parte de la UEFA de Ballack como el mejor jugador. Y no es que estuviera mal el centrocampista alemán, pero lejos del protagonismo estelar de Verpakovskis, que puso el encuentro a sus pies.

Hubo más detalles similares, pero ya fuera del área. Cargas y empujones de los germanos, casi siempre más fuertes y pesados que sus rivales, que el árbitro no castigó. En el minuto 1, sin embargo, ya amonestó al defensa letón Isakovs por una entrada por detrás. Después también sacó la tarjeta amarilla a los alemanes Fiedrich, Hamann y Frings y al capitán letón, Astafjevs.

Las selecciones más modestas han empezado a quejarse por el trato arbitral. Lo hizo ayer el seleccionador croata, Otto Baric, que dijo que el colegiado de su partido con Francia había regalado los dos goles al campeón de Europa. Pese a ello, Croacia empató.

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