Alicante se adentra en Fogueres con la amenaza de la huelga del autobús urbano

Los trabajadores responsabilizan a Alperi de la convocatoria del paro

La imparable huelga del autobús urbano amenaza con acentuar el mayúsculo atasco que atrapa a Alicante durante Les Fogueres. Las calles, tomadas por los recintos de comisiones y barracas, son desde ayer un indescifrable laberinto para conductores y peatones. El colapso se acentuará el lunes con el paro del autobús urbano. Los trabajadores responsabilizan al alcalde, Luis Díaz Alperi, del PP, de abocarles a la huelga.

El comité de empresa de Masatuta -mercantil que explota la concesión municipal del servicio del autobús público urbano- se mostró ayer "inflexible" en su decisión de ir...

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La imparable huelga del autobús urbano amenaza con acentuar el mayúsculo atasco que atrapa a Alicante durante Les Fogueres. Las calles, tomadas por los recintos de comisiones y barracas, son desde ayer un indescifrable laberinto para conductores y peatones. El colapso se acentuará el lunes con el paro del autobús urbano. Los trabajadores responsabilizan al alcalde, Luis Díaz Alperi, del PP, de abocarles a la huelga.

El comité de empresa de Masatuta -mercantil que explota la concesión municipal del servicio del autobús público urbano- se mostró ayer "inflexible" en su decisión de ir a la huelga durante los cuatro días grandes de las fiestas de Les Fogueres de Sant Joan, es decir, desde el lunes hasta el jueves. El paro, que un juzgado de la ciudad ha desestimado suspender cautelarmente, contra la petición de la empresa, se produce a raíz de las diferencias entre los trabajadores y la dirección en la negociación del convenio colectivo. Las materias de discrepancia más relevantes son el aumento de la plantilla de conductores, la reducción de la jornada laboral y el incremento salarial. Para el comité de empresa, el apartado del incremento de la plantilla de conductores es "básico". "No podemos seguir con conductores que trabajan nueve horas durante 15 días consecutivos. Es negativo para la salud de los trabajadores y para la seguridad de los usuarios", explicó el presidente del comité de empresa, Juan Jesús Hernández.

Pero, aparte de las cuestiones meramente laborales, nada desdeñables para las partes, los trabajadores sacaron a colación ayer el trasfondo político del paro. El presidente del comité de empresa acusó al alcalde y al grupo municipal popular de no "haberse interesado en ningún momento" por la huelga. "Los otros dos grupos, el PSPV y EU, sí que nos han llamado y les hemos informado de nuestras reivindicaciones y la necesidad del paro", añadió. La denuncia del portavoz del comité de empresa fue secundada en un tono más alto por Vicente Alcaraz, responsable de la Federación del Transporte de CC OO: "El único responsable de que el lunes haya huelga de autobuses urbanos es el alcalde, Luis Díaz Alperi", dijo. "El alcalde y sus connivencias con el presidente de Masatusa, Joaquín Arias, prefiere que vayamos a la huelga antes de negociar con nosotros, y mientras se dedica a recorrer la ciudad visitando hogueras", añadió. Alcaraz aseguró que la relación de supuesta "connivencia" entre Alperi y Arias queda demostrada con la adjudicación al empresario de una de las líneas más potentes del futuro tranvía.

El comité de empresa también rechazó la alternativa que plantea el equipo de gobierno municipal del PP de paliar los efectos de la huelga del autobús potenciando el tranvía. "No sabemos a qué tranvía se refiere, porque en la ciudad no existe todavía ese medio de transporte, sólo tenemos la línea que cubre el trayecto desde El Campello hasta la entrada a Alicante", explicó Alcaraz.

Los trabajadores también rechazan el decreto de servicios mínimos impuesto por el Consell, que afecta al 40% de la flota, es decir, 28 de los 67 autobuses y 56 de los 180 conductores. "El lunes impugnaremos este decreto, ya que pensamos que con un 25% de la flota quedarían perfectamente cubiertos los servicios mínimos", anunció Juan Jesús Hernández.

Efímeros vecinos

Un intenso aroma a pólvora fue la primera señal; la segunda, el trajín de los operarios inmersos en el acomodo a la intemperie de la horda de irónicos y mudos inquilinos de cartón que, desde hace 76 años, copan las calles de la ciudad desde el 20 hasta la medianoche del 24 de junio. A esa hora, justo en pleno solsticio de verano, los efímeros vecinos desaparecen pasto de las llamas entre el alborozo de legiones de admiradores.

Alicante se adentró ayer de nuevo en su popular semana grande, la de Fogueres, con el disparo de la primera mascletà en la plaza de Los Luceros. A la orgía de ruido siguió por la tarde la entrada de bandas y, en paralelo, la instalación de los 168 monumentos fogueriles. Los personajes y recreaciones artísticas que, desde todos los rincones, otearán el horizonte de la ciudad ya ocupan sus callejeros aposentos, aunque la plantà es esta noche.

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