Un 'rally' de Seat 600 y lujosos Rolls Royce
San Isidro se festejó de múltiples maneras. Junto a la tradicional visita a la ermita, en las inmediaciones del Manzanares, los madrileños pudieron recordar ayer los coches de su infancia, y ver auténticas reliquias sobre ruedas, en un particular rally organizado por la Asociación Española de Profesionales de Automoción.
En la explanada del estadio Bernabéu se concentraron decenas de vehículos históricos: desde Seat 600 hasta Rolls Royce. Un recorrido por La Castellana, en un tramo comprendido entre Cuzco y Cibeles, les quedaba por delante.
El mítico 600, enormes vehículos...
San Isidro se festejó de múltiples maneras. Junto a la tradicional visita a la ermita, en las inmediaciones del Manzanares, los madrileños pudieron recordar ayer los coches de su infancia, y ver auténticas reliquias sobre ruedas, en un particular rally organizado por la Asociación Española de Profesionales de Automoción.
En la explanada del estadio Bernabéu se concentraron decenas de vehículos históricos: desde Seat 600 hasta Rolls Royce. Un recorrido por La Castellana, en un tramo comprendido entre Cuzco y Cibeles, les quedaba por delante.
El mítico 600, enormes vehículos americanos, uno de los antiguos taxis de Madrid -de color negro, con una franja roja-, algún Rolls Royce, y motos como la BMW R-75, que el ejército español importó desde Alemania en la época de la dictadura, formaron parte de esta concentración. Una de las joyas de la muestra fue la moto alemana de 1941, "modelo guerra", preparada para alojar un cañón en la parte frontal del sidecar y llevar otro de recambio para cuando se sobrecalentase. Su propietario, un jubilado que se entretiene restaurando vehículos, aseguró a Europa Press que funciona tan bien como las modernas. Javier Jové, propietario de un Cadillac de 1959 -rojo con franjas en blanco- afirmó a la misma agencia que su coche "es el modelo más extravagante porque la marca decidió en los 60 suavizar sus líneas".