Reportaje:NATACIÓN | Campeonatos de Europa

La nueva 'versión Zubero'

Aschwin Wildeboer y su hermano Olaf, finalista en 400 libres, protagonistas de la primera jornada

Una nube negrísima, una más, fue lo que vio ayer por la mañana Aschwin Wildeboer en el revuelto cielo de Madrid cuando nadó su serie de los 100 metros espalda. Tal vez fue una premonición. El tiempo parecía de unos Campeonatos de Europa invernales. Así siguen, a trasmano meteorológico, como era posible que sucediera en cualquier mayo de la capital. "Hacía un poco de frío fuera, pero en cuanto te tirabas a la piscina, nada", comentó un conformista Aschwin. De los 10 grados fuera a los 27 en el agua. Pasó segundo en el viraje de los 50 metros, pero ganó con 56,42s, octavo mejor tiempo para las s...

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Una nube negrísima, una más, fue lo que vio ayer por la mañana Aschwin Wildeboer en el revuelto cielo de Madrid cuando nadó su serie de los 100 metros espalda. Tal vez fue una premonición. El tiempo parecía de unos Campeonatos de Europa invernales. Así siguen, a trasmano meteorológico, como era posible que sucediera en cualquier mayo de la capital. "Hacía un poco de frío fuera, pero en cuanto te tirabas a la piscina, nada", comentó un conformista Aschwin. De los 10 grados fuera a los 27 en el agua. Pasó segundo en el viraje de los 50 metros, pero ganó con 56,42s, octavo mejor tiempo para las semifinales verpertinas. Era un finalista en potencia. Una centésima menos, incluso, que Jorge Sánchez, el otro español, mejor especialista en 200.

Brembilla gana su cuarto título en 400 metros libres, y Klochkova, el tercero en 400 estilos
"El hecho de que López Zubero fuera una gran estrella no me obliga a superarlo o a ser como él"
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Pero la que apunta como próxima gran figura de la natación española, ya con el mejor y casi único sol de la tarde, no mejoró lo suficiente para meterse en la final. Estaba muy dispuesto, se colocó el primero para la salida y se calentó con continuos golpes en las piernas y los movimientos típicos de giros para la relajación de los brazos. Y salió como un obús en el primer largo, donde viró otra vez primero, en 26,48s. Pero en el segundo se desinfló y los 56,14s, a más de un segundo de su reciente gran marca de los Campeonatos de España, le dejaron como décimo tiempo, a dos de la final.

Aschwin nació en Sabadell hace 18 años, es hijo de Paul Wildeboer, entrenador de origen holandés afincado en España, y hermano de Olaf, tres años mayor, que hasta hace bien poco era la estrella de la familia con su gran nivel en 200 metros libres, en los que posee el récord de España. Ayer mismo, como rodaje, incluso se metió, batiendo también el récord nacional con 3m 53,17s, en la final de 400 libres, aunque en ella fuera sólo octavo y último. "Era mi objetivo", dijo satisfecho. Y sobre su hermano, también comentó: "Es lógico, ha sido todo demasiado rápido. Tiene que tomarlo con calma. Acaba de empezar". Su padre es de la misma opinión.

El pequeño estalló hace tres meses en Cádiz, donde nueve nadadores, incluido Olaf, consiguieron las marcas mínimas olímpicas. Él logró unos tiempos espléndidos en todas las pruebas de espalda, mínimas para Atenas en 100 y 200, y tres europeas, con el 50.

De una tacada se hizo grande y en él se pudo ver un bosquejo, las trazas iniciales de una gran figura como fue Martín López Zubero, el nadador más grande con sangre española, la aragonesa paterna, aunque naciera en Estados Unidos. Aún mantiene los récords nacionales de 100, con 54,67s y, sobre todo, el de 200, su mejor prueba, con 1m 56,57s, que sigue como gran récord de Europa ¡desde 1991!. Aschwin ya tiene 55,08s y 1m 59,66s.

Mide 1,85 metros y pesa 72 kilos, no es tan alto como Martín y cuando se le comenta si se plantea superarle dice: "Cada uno tiene sus propios sueños. El hecho de que él fuera una gran estrella de la natación no me obliga a superarlo o a ser como él. Yo voy a seguir mi camino y si le supero, felicidades". Y confiesa que no se ha dedicado a la espalda por seguir su estela: "No le llegué a conocer, sólo de vista y nado espalda porque se me da bien". Si es por eso, tampoco Olaf nada mariposa, como hacía David López Zubero, el hermano mayor y precursor de Martín.

Respecto a su debut en una gran competición, Aschwin prefirió sacar el lado positivo: "Estoy contento aunque no haya logrado mi marca ni acercarme mucho. Con ella hubiera estado en la final sin problemas. No ha podido ser así. En natación no siempre sale bien y hay que conformarse. Ahora, a disfrutar el resto de los campeonatos.". Y reconoció: " Por la mañana salí un poco dormido y por la tarde he intentado salir más fuerte, pero también me ha costado mucho la vuelta".

En el resto de la jornada de ayer, el relevo femenino de 4 x 100 libres fue sexto en la final, lo que pudo anunciar el podio esperado hoy en el gran 4 x 200. Y Ángela San Juan nadará también hoy la final de los 50 mariposa, prueba que no es olímpica, al entrar con el penúltimo tiempo.

Contando con las ausencias alemanas, británicas y de figuras de la velocidad, como la holandesa Inge de Bruijn o el ruso Alexander Popov, que sólo llegará el viernes para nadar los 50 libres, no hubo sorpresas en los triunfos de Francia en mujeres, y de Italia, en hombres, en los relevos de libre.

Y tampoco extrañó que el italiano Brembilla lograra su cuarto título de 400 libres, el tercero consecutivo, y la ucrania Klochkova el tercero en 400 estilos. Son imparables. Sí sorprendió que el plusmarquista europeo, Rosolino, quedara tan fuera del podio, apenas quinto.

Aschwin, a la derecha, con su hermano Olaf, en la piscina cubierta.ULY MARTÍN