Un punto de referencia obligado

El 12 de noviembre de 1985, el productor Alfredo Matas convocó a otros profesionales del cine con el objetivo de debatir la promoción nacional e internacional del cine español. El resultado de esa convocatoria dio lugar al nacimiento de una asociación avalada por 87 firmas de profesionales. Un año más tarde, en 1986, esta asociación se transformó en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Desde los comienzos de la Academia, ocho han sido las personas que han ocupado el cargo de presidente: José María González-Sinde (1986-1988), Fernando Trueba (1988), Antonio...

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El 12 de noviembre de 1985, el productor Alfredo Matas convocó a otros profesionales del cine con el objetivo de debatir la promoción nacional e internacional del cine español. El resultado de esa convocatoria dio lugar al nacimiento de una asociación avalada por 87 firmas de profesionales. Un año más tarde, en 1986, esta asociación se transformó en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Desde los comienzos de la Academia, ocho han sido las personas que han ocupado el cargo de presidente: José María González-Sinde (1986-1988), Fernando Trueba (1988), Antonio Giménez-Rico (1988-1992), Fernando Rey (1992-1994), Gerardo Herrero (1994), José Luis Borau (1994-1998), Aitana Sánchez-Gijón (1998-2000), Marisa Paredes (2000-octubre de 2003) y Mercedes Sampietro (desde 2003).

La Academia empezó siendo algo que provocaba las risas de muchos. Hoy nadie discute el empuje que ha supuesto para el cine español, sobre todo a partir de los Premios Goya.

Dentro de año y medio terminarán las obras de la nueva sede de la Academia, un palacete situado en la calle de Zurbano, de Madrid. La Academia sólo tiene siete empleados fijos, que se encargan de todo: gestión, documentación, organización... En el nuevo edificio sobrará espacio.

"Con la nueva sede, las cosas cambiarán mucho", afirma José Luis Borau. "Creo que la Academia se convertirá en algo mucho más grande e importante, y estar a su cargo tendrá nuevos alicientes". "Se trata de un espacio enorme, un lugar de encuentro para todos los miembros de la Academia. Un lugar para coloquios, presentaciones, exposiciones. Además, la Academia contará con una biblioteca y, por fin, se podrán ordenar los fondos, que ahora están cerrados en cajas", dice Mercedes Sampietro.

Desde la nueva sede se potenciará la labor de formación de un archivo de fotografías, libros, guiones, carteles y, en general, de cualquier material cinematográfico sobre el cine español. "Todo con el fin de convertir aún más a la Academia en un punto de referencia imprescindible y obligado", apunta Borau.

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