La inestabilidad en Irak presiona el precio del petróleo

Era una cuestión de tiempo. La creciente inestabilidad que se vive estos días en Irak dio alas a los especuladores para volver a tirar al alza el precio del petróleo tras una semana de tregua. La caída de las reservas de crudo en Estados Unidos potenció la espiral. El barril de light sweet -valor de referencia en EE UU- sufrió el miércoles, en pocos minutos, una apreciación del 3,4% y superó los 36 dólares. En Europa, el brent superó los 33 dólares por barril el jueves, un 9,2% de subida en lo que va de semana.

La preocupación de la Casa Blanca es evidente por su efecto en...

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Era una cuestión de tiempo. La creciente inestabilidad que se vive estos días en Irak dio alas a los especuladores para volver a tirar al alza el precio del petróleo tras una semana de tregua. La caída de las reservas de crudo en Estados Unidos potenció la espiral. El barril de light sweet -valor de referencia en EE UU- sufrió el miércoles, en pocos minutos, una apreciación del 3,4% y superó los 36 dólares. En Europa, el brent superó los 33 dólares por barril el jueves, un 9,2% de subida en lo que va de semana.

La preocupación de la Casa Blanca es evidente por su efecto en la economía del país, mientras que en el mercado neoyorquino se vaticina que se superarán pronto los 40 dólares.

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El precio del petróleo caía en picado nada más conocerse que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) optaba por cerrar el grifo en un millón de barriles diarios (4%). El cartel justificaba su decisión asegurando que el precio que se paga por el crudo en el mercado internacional era fruto de la especulación y no por problemas de suministro o demanda.

Para contener el golpe, el Departamento estadounidense de Energía inflaba ese mismo día el dato sobre el estado de sus reservas, mientras que en los mercados se auguraba que la OPEP no sería capaz de ejecutar la decisión porque otros países aprovecharían para meter más petróleo en el mercado. Pero la Casa Blanca no estaba nada tranquila y lleva días pidiendo a los miembros del cartel que reconsiden su postura. El presidente George Bush, en plena campaña electoral, ha llegado a calificar la decisión de "desafortunada".

La semana arrancó con la primera corrección "técnica". La situación se complicó el miércoles. En Irak, los enfrentamientos se recrudecen entre las tropas de la coalición y los que se suponía que eran los aliados de EE UU, los chiíes, lo que introduce un importante elemento de incertidumbre. En paralelo, surgió la preocupación sobre el estado real de las reservas energéticas en EE UU, tras conocerse que cayeron 2,1 millones de barriles la última semana, tras seis de subida. Se preveía un incremento de un millón. Las reservas están en este momento 5,5 millones de barriles por debajo de la media de cinco años.

Campaña electoral

La Administración de Bush veía venir el repunte, y su presión para contener la escalada en el precio del petróleo tuvo su efecto una semana. El mercado acabó dando la razón a la OPEP. Todo esto explica que el precio del barril de light sweet se encuentre ahora en los 36,45 dólares, a escasos dos dólares del récord de marzo. El tipo de cambio del dólar en el mercado internacional de divisas introduce otro elemento de preocupación en la Casa Blanca y se señala también a China como un factor de distorsión, al convertirse en un gran consumidor para atender a la expansión de su economía.

La situación que se vive hoy en EE UU es muy similar a la que se vivió durante la campaña electoral de 2000, que obligó al presidente Bill Clinton a dar la orden para que se sacaran 30 millones de barriles de crudo de las Reservas Estratégicas para contrarrestar la subida en el precio del petróleo. Bush ridiculizó esa decisión desde la oposición y ahora, como presidente, prefiere hablar directamente con los países productores para que mantengan el grifo abierto y bajos los precios.