Entrevista:TENIS | Copa Davis: España-Holanda

"La presión se multiplica por 10"

Rafa Nadal, decisivo en la eliminatoria contra la República Checa, aspira a ser de nuevo vital en el doble junto a Tommy Robredo

España busca desde este viernes (11.30, La 2), en la pista levantada en la plaza de toros de Palma de Mallorca, las semifinales de la Copa Davis. El regreso de Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà, ausentes contra la República Checa por lesión, marca la eliminatoria contra Holanda, en la que la primera sorpresa se produjo en el sorteo: Sjeng Schalken, 14º tenista mundial y número uno de su país, cedió su puesto en los partidos individuales a Raemon Sluiter (78º), que se enfrentará a Ferrero. El duelo lo abrirán Moyà y Martin Verkerk, subcampeón en Roland Garros en 2003.

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España busca desde este viernes (11.30, La 2), en la pista levantada en la plaza de toros de Palma de Mallorca, las semifinales de la Copa Davis. El regreso de Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà, ausentes contra la República Checa por lesión, marca la eliminatoria contra Holanda, en la que la primera sorpresa se produjo en el sorteo: Sjeng Schalken, 14º tenista mundial y número uno de su país, cedió su puesto en los partidos individuales a Raemon Sluiter (78º), que se enfrentará a Ferrero. El duelo lo abrirán Moyà y Martin Verkerk, subcampeón en Roland Garros en 2003.

Rafa Nadal, el héroe ante el equipo checo, disputará sólo el doble junto a Tommy Robredo. Pero el manacorí, a sus 17 años y 35º del mundo, acepta su papel y espera que su punto sea el decisivo. Pese a que aún no ha ganado ningún torneo, dos hechos le han marcado positivamente: su debú en la Davis y su victoria sobre el número uno del ránking, el suizo Roger Federer, hace un par de semanas en Cayo Vizcaíno (Florida, Estados Unidos). En Brno, en febrero, ganó el quinto punto frente a Stepanek y clasificó a España.

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Pregunta. Los jóvenes fueron los protagonistas [el equipo lo formaban Robredo, Nadal, Feliciano López y Alberto Martín] ante la República Checa. Ahora vuelven Ferrero y Moyà y les van a quitar el protagonismo.

Respuesta. No me importa. Ellos son el tercero y el séptimo del mundo, los mejores españoles y quienes deben jugar. No acudieron a Brno por lesión. Me alegro de que hayan vuelto. Con ellos ganamos mucho potencial. Sin embargo, nosotros cumplimos. Dimos el máximo. Aquello fue un buen espaldarazo para nosotros.

P. ¿Qué recuerdos tiene de su victoria sobre Stepanek en Brno?

R. Para mí, fue un momento importantísimo. Había perdido mis dos primeros partidos, frente a Novak y el doble, y tenía en mis manos la responsabilidad de ganar la eliminatoria. Todo lo tenía en contra, ya que jugábamos fuera, en pista rápida y a cubierto. Pero salí y gané. Estaba convencido de que iba a hacerlo.

P. ¿No sintió la presión?

R. Desde luego. La presión era incluso excesiva, mucha. Comencé muy nervioso. Pero, a medida que me fui metiendo en el partido, cada vez jugué con más confianza.

P. ¿Es muy distinto para usted jugar la Davis que los torneos del circuito?

R. La Davis es diferente a todo lo demás. Defiendes a tu país y la expectación es brutal. La presión se multiplica por diez. Y la repercusión que tienen tus triunfos o tus derrotas, también. Tras las competiciones del Grand Slam, es lo más importante.

P. López afirmó que su popularidad creció mucho tras el éxito a costa de los checos. ¿Y la suya?

R. También. Mucha más gente me reconoce por la calle. Me piden más autógrafos y entrevistas. Aquel triunfo nos dio prestigio a todos. Pero no hay que perder la cabeza, sino mejorar a diario.

P. Y ahora le toca jugar en Palma y sobre tierra batida.

R. Me ilusiona y me motiva. Hace tiempo que no piso la tierra batida, pero me adapto rápidamente. Espero poder jugar el doble y ganar el punto. Ojalá sea el decisivo, porque significaría que Ferrero y Moyà habrían ganado los dos primeros partidos.

P. ¿Qué le parece Holanda?

R. Tiene dos jugadores muy buenos. Conocemos a Schalken y Verkerk. El primero es sólido y difícil de ganar. El segundo, más irregular, pero cuenta con un gran saque. En fin, estoy convencido de que les venceremos.

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