MERCADOS

Los precios ganan atractivo

Los analistas cambian algunas de sus recomendaciones

Las bolsas han reaccionado esta semana ante unos niveles de precios muy bajos, a los que se llegó por el aumento de las tensiones en Oriente Próximo y el temor a una nueva escalada de violencia. El Ibex 35 recupera el 0,94% en la semana y corta una racha de dos recortes consecutivos.

La subida de las cotizaciones en esta semana se ha producido por una simple cuestión mecánica ante unos niveles de precios comparativamente muy bajos. Los asesinatos en Oriente Próximo hicieron subir la tensión geopolítica y llevaron las cotizaciones otra vez hasta la zona de mínimos anuales, provocando con...

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Las bolsas han reaccionado esta semana ante unos niveles de precios muy bajos, a los que se llegó por el aumento de las tensiones en Oriente Próximo y el temor a una nueva escalada de violencia. El Ibex 35 recupera el 0,94% en la semana y corta una racha de dos recortes consecutivos.

La subida de las cotizaciones en esta semana se ha producido por una simple cuestión mecánica ante unos niveles de precios comparativamente muy bajos. Los asesinatos en Oriente Próximo hicieron subir la tensión geopolítica y llevaron las cotizaciones otra vez hasta la zona de mínimos anuales, provocando con ello algunas tomas de posiciones que sirvieron de base para un movimiento algo más amplio, pero todavía demasiado limitado.

El Ibex 35 sube en la semana el 0,94% y rompe la tendencia de las dos semanas anteriores, pero sin conseguir que los inversores recuperen del todo la confianza. El índice general de la Bolsa de Madrid sube el 0,91%.

La posibilidad de que los asesinatos en Oriente Próximo provoquen respuestas violentas en cualquier parte del mundo mantuvo casi paralizados a los inversores en las primeras sesiones de la semana, aunque en esta ocasión los analistas estuvieron vivos y se han prodigado los cambios de expectativas para muchos valores sólo porque la caída de las cotizaciones ha roto la ecuación. Ante la igualdad de otros factores, los precios son razonablemente atractivos y muchos inversores han reaccionado a este reclamo, con el resultado conocido.

Sin embargo, si a corto plazo parece que las cosas tienen solución inmediata, los últimos indicadores económicos han devuelto la desconfianza a los mercados, pues parece que el crecimiento, donde lo hay, se desacelera.

El PIB del cuarto trimestre del pasado ejercicio en Estados Unidos muestra una importante, aunque esperada, desaceleración, pero los gastos personales de febrero, de los que depende el consumo, han crecido sólo el 0,2%, cuando se esperaba el 0,5%. No obstante, la confianza de los consumidores en marzo creció sorprendentemente y vuelve a plantear la benévola posibilidad de un crecimiento irregular.

En Europa sorprendió la segunda caída consecutiva de la confianza empresarial en Alemania, lo que ha renovado las presiones sobre el BCE para que recorte los tipos de interés, pues el consumo privado es uno de los factores que se muestra más remiso a crecer.

Los inversores españoles toman nota de la coyuntura internacional, pero pueden hacerlo con cierto distanciamiento debido a la buena acogida que ha tenido, en general, el cambio de Gobierno. Sólo algunas observaciones parciales, por posibles cambios en los sectores regulados, como el eléctrico, han salido de los departamentos de análisis y los inversores también han tomado nota de esta cuestión para actuar, si las circunstancias lo permiten.