La sirena del horror

"Solo, a oscuras en la habitación y con el volumen de los cascos lo más fuerte posible"; éstas eran las recomendaciones del equipo de desarrollo de Forbidden Siren para pasarlo en grande con su juego. El efecto que se busca con estas condiciones es que el jugador se introduzca de lleno en la trama angustiante de Forbidden Siren y, de esta manera, se consiga pasar miedo de verdad.

El género llamado survival horror ha logrado despuntar en la industria del videojuego como una de las categorías que despiertan un mayor interés entre el público. Al parecer a los jugadores le atr...

"Solo, a oscuras en la habitación y con el volumen de los cascos lo más fuerte posible"; éstas eran las recomendaciones del equipo de desarrollo de Forbidden Siren para pasarlo en grande con su juego. El efecto que se busca con estas condiciones es que el jugador se introduzca de lleno en la trama angustiante de Forbidden Siren y, de esta manera, se consiga pasar miedo de verdad.

El género llamado survival horror ha logrado despuntar en la industria del videojuego como una de las categorías que despiertan un mayor interés entre el público. Al parecer a los jugadores le atrae sentir ese estado primigenio del miedo, un instinto básico que es innato en la condición humana. Desde sus primeros exponentes, como Alone in the Dark, Resident Evil o Silent Hill, este género ha conseguido numerosos adeptos y la industria no ha dejado de producir nuevos títulos para satisfacer esta demanda.

En esta ocasión es la propia Sony Computer Entertainment la que realiza una apuesta seria dentro del género de la aventura de terror, para poner los pelos de punta a los osados jugadores que se atrevan a traspasar las puertas de la realidad y recibir dosis de adrenalina detrás de cada puerta o en cada oscura esquina. El juego, bajo una perspectiva en tercera persona y con escenarios tridimensionales, está basado en las películas de terror japonesas, como por ejemplo Ringu, que fue precursora de The Ring, una película basada a su vez en la novela de Kôji Suzuki. El resultado es un terror que no emplea sangre ni vísceras, sino que construye una historia en la que el miedo se esconde en los pliegues de la inconsciencia.

En estas películas se ha cambiado la cara del horror, ya que se enfatiza sobre el terror psicológico con la utilización de elementos como la humedad y las sombras, un recurso muy válido que también se introduce en Forbidden Siren. El manejo de estas características hacen que el juego de Sony Computer pueda acabar por convertirse en el precursor de un nuevo género: el del llamado terror psicológico.

El argumento del título gira en torno al pueblo costero de Hanyuda, donde extraños sucesos se producen tras un terremoto. Cada uno de los 78 episodios, que no siguen un orden cronológico, irá esclareciendo la trama de los sucesos vistos a través de los ojos de 10 personajes distintos sin ninguna conexión entre ellos. Kyoya Suda y Miyako Kajiro, por ejemplo, son jóvenes estudiantes, Tamon Takeuchi es artista, Kei Makino y Hisako Yao son religiosos, mientras que Yoriko Anno es universitaria; cada uno de ellos con sus propias vivencias. Después de oír una ensordecedora sirena el pueblo se transforma y empiezan a aparecer muertos vivientes o Shibito, almas en pena de aspecto espeluznante que muestran su rostro con lágrimas sangrantes.

El único elemento en común de todos y cada uno de los protagonistas de la historia es que poseen el llamado sight-jack o vista conectada que les permite sintonizar los puntos de vista de otros personajes o enemigos. Esta particularidad les confiere la posibilidad de esconderse; sin armas para defenderse, solamente en contadas ocasiones, son totalmente vulnerables contra los Shibito. La mayor parte del juego transcurre en la más absoluta oscuridad, una linterna le servirá al jugador para alumbrar las estancias que irá visitando, aumentando así la sensación de pavor.

Para completar el estupendo trabajo de ambientación del juego, sus creadores han utilizado actores reales para crear los modelos en tres dimensiones de los personajes. Los actores expresaban con sus rostros el miedo delante de una cámara, el resultado se ha plasmado en los modelos tridimensionales que interpretan un papel en la historia del juego.

La sensación de realismo, el suspense creado gracias a la atmósfera claustrofóbica y los giros argumentales de Forbidden Siren lo convierten en una joya del videojuego de terror, no apto para enfermos del corazón.