PP y PSPV aprovechan el Día de Andalucía para rebajar la tensión electoral

Portavoces políticos de todos los partidos subrayan la riqueza de la diversidad cultural

Los tensos prolegómenos de la campaña ante las elecciones generales del 14 de marzo cedieron paso ayer a una jornada de exaltación colectiva de la enriquecedora convivencia entre los pueblos que conservan sus raíces culturales con ocasión de la fiesta del Día de Andalucía en Valencia, una cita obligada del calendario político para atraer la atención de los 300.000 votantes andaluces instalados en la Comunidad Valenciana. Eduardo Zaplana y Carmen Alborch, cabezas de lista al Congreso por Valencia del PP y el PSPV, rivalizaron en simpatía hacia los asistentes.

La nómina de políticos que a...

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Los tensos prolegómenos de la campaña ante las elecciones generales del 14 de marzo cedieron paso ayer a una jornada de exaltación colectiva de la enriquecedora convivencia entre los pueblos que conservan sus raíces culturales con ocasión de la fiesta del Día de Andalucía en Valencia, una cita obligada del calendario político para atraer la atención de los 300.000 votantes andaluces instalados en la Comunidad Valenciana. Eduardo Zaplana y Carmen Alborch, cabezas de lista al Congreso por Valencia del PP y el PSPV, rivalizaron en simpatía hacia los asistentes.

La nómina de políticos que acudió a la Plaza de Toros de Valencia para acompañar a los representantes de las 44 casas de cultura andaluzas diseminadas por todo el territorio valenciano contrastaba con la escasa media entrada de público que registró ayer el coso de Valencia. Francisco Camps, presidente de la Generalitat, acudió puntual a la cita en compañía de sus consejeros Alejandro Font de Mora, Vicente Rambla y Rafael Blasco.

Carmen Alborch, candidata socialista al Congreso, llegó poco después del brazo de Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV. Les escoltaban Segundo Bru, candidato al Senado, Ricard Torres, número dos en la lista del Congreso, y otros alcaldes y concejales socialistas.

Eduardo Zaplana, cabeza de lista de la candidatura del PP al Congreso, escenificó a continuación la entrada más ruidosa, rodeado por varios miembros de las candidaturas al Congreso y al Senado, la consejera Alicia de Miguel o el delegado del Gobierno, Juan Cotino.

Glòria Marcos, coordinadora general de Esquerra Unida, entró sin alharacas por una puerta destinada al público general.

Como representante del gobierno de la Junta de Andalucía acudió al acto José Antonio Viera, consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico.

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Los parlamentos públicos corrieron a cargo del consejero andaluz, el presidente de la Generalitat y el ministro de Trabajo, que ha participado en el Día de Andalucía de la Comunidad Valenciana año tras año desde febrero de 1995, cuando todavía era candidato a la presidencia de la Generalitat. Carmen Alborch y Glòria Marcos sólo pudieron ofrecer declaraciones a los periodistas.

La riqueza de la pluralidad, la importancia de preservar las raíces culturales, la convivencia en la diversidad y la solidaridad entre los pueblos fueron el hilo conductor de todas las intervenciones, formalmente alejadas de las tensiones propias de la campaña electoral en ciernes.

Zaplana y Camps pusieron el acento en la garantía que representa España para la convivencia entre los pueblos, mientras que Alborch y Marcos subrayaron que el disfrute de la riqueza cultural demuestra que la diversidad es ajena a enfrentamientos y crispaciones.

Las breves intervenciones dieron paso a los requiebros sobre el albero por parte de los candidatos del PP y del PSPV que rivalizaron cerca de las tablas por satisfacer las exigencias de los potenciales votantes.

Alborch y Pla se prestaron a posar con cuadros de baile y reinas de las fiestas de varias agrupaciones culturales. La candidata socialista repartió besos y sonrisas para deleite de sus simpatizantes.

Zaplana, a escasos metros, se estrenaba en el arte de firmar autógrafos entres sus admiradoras y levantó algún vaso de fino para brindar por la convivencia pacífica.

José María Chiquillo, ex presidente de Unión Valenciana y ahora candidato del PP al Senado, y Valero Eustaquio, ex secretario general del partido regionalista, se movían con cierto envaramiento entre sus nuevos compañeros de partido.

El ambiente festivo no impidió que Zaplana evitara en todo momento acercarse a saludar a Alborch, su rival directa al frente de la candidatura socialista.

El único saludo visible entre rivales políticos vino de parte del presidente de la Generalitat quien volvió sobre sus pasos cuando ya se despedían los representantes del PP para intercambiar un gesto con la candidata socialista.

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