'El gordo' no es Ronaldo
El Murcia somete al delantero Cuqui Juárez a un riguroso control tras ficharle en el mercado de invierno con 103,5 kilos de peso
En Murcia se ríen cuando al madridista Ronaldo le llaman el gordo por pesar 82 kilos, según la ficha oficial. Su último fichaje, el delantero Carlos Alberto Cuqui Juárez, llegó en diciembre con 103,5 kilos bajo su melena, algo que desconocía el club granate.
Juárez, argentino de Lanús, nacido en 1972 y nacionalizado ecuatoriano en 2001, recibió la llamada del Murcia durante la Navidad. Estaba desde hacía 20 días de vacaciones con su familia en Buenos Aires tras concluir la Liga de Ecuador con el Emelec, su equipo desde 1996. Sin ofertas y con la perspectiva de un largo per...
En Murcia se ríen cuando al madridista Ronaldo le llaman el gordo por pesar 82 kilos, según la ficha oficial. Su último fichaje, el delantero Carlos Alberto Cuqui Juárez, llegó en diciembre con 103,5 kilos bajo su melena, algo que desconocía el club granate.
Juárez, argentino de Lanús, nacido en 1972 y nacionalizado ecuatoriano en 2001, recibió la llamada del Murcia durante la Navidad. Estaba desde hacía 20 días de vacaciones con su familia en Buenos Aires tras concluir la Liga de Ecuador con el Emelec, su equipo desde 1996. Sin ofertas y con la perspectiva de un largo periodo de descanso, descuidó su forma física hasta engordar ocho kilos en apenas tres semanas. Cuando sonó el teléfono, no reveló su mal estado. Aceptó la oferta del Murcia por cinco meses, hasta mayo. Su ficha recoge 95,5 kilos por 1,91 metros, pero, según reconocen en el club, pesaba al llegar 103,5. El jugador se ha sometido a un plan físico especial y a una dieta rigurosa y hoy puede debutar en la Copa Presidente ante el Guadalupe.
El nuevo técnico, el galés John Toshack, solicitó el fichaje del delantero Jankauskas, que juega en el Oporto y al que conocía de su etapa en la Real Sociedad, pero en su lugar llegó Juárez. "Sólo sé que es alto y fuerte", dijo. No suponía su gordura.
La llegada de Juárez desató la curiosidad en Murcia. Algunos seguidores acuden a los campos de entrenamiento de Cobatillas para verle. "Está hecho una foca", "vaya hazmerreír", "tiene una panza y una papada escandalosas", comentan. El delantero se ha defendido solicitando comprensión por su peso, diez kilos sobre su ideal de forma, aduciendo que estaba de vacaciones.
El Murcia controla al milímetro a Juárez. Cuando acaba el entrenamiento, se queda corriendo en solitario, realiza trabajo aeróbico y de fuerza en el gimnasio y cada día los médicos le suben a la báscula y miden el porcentaje de grasa en su cuerpo. "Le hacemos un riguroso control, muy exhaustivo", dice el preparador físico, Jesús Pérez. El jugador, cansado de las acusaciones de gordo, se negó ayer a hablar con la prensa.
Juárez ha jugado en cinco países -Argentina, Uruguay, México, Perú y Ecuador- y es siete veces internacional por este país. En 1996 y 1998 fue nombrado mejor jugador de la Liga ecuatoriana, que ganó en 2001. Ese año se nacionalizó para jugar las eliminatorias previas al Mundial de 2002, aunque sin mucho éxito.
Sus problemas de peso han sido una constante en su carrera deportiva, agravados por su corpulencia. Ha sido expulsado muchas veces por codazos a los contrarios y en Ecuador le rompió el tabique nasal a un rival. Sin embargo, la afición del Emelec criticó su fichaje por el Murcia. El jugador, un ídolo allí, tenía un contrato indefinido con el club, algo prohibido por la FIFA, que dio la razón al Murcia y finalmente le entregó un pase provisional.