Acuerdo para soterrar las vías a su paso por Vilafranca
El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès firmaron ayer el convenio que establece cómo debe pasar el tren de alta velocidad por la ciudad. El consistorio ha conseguido que las obras del AVE sirvan para rebajar el nivel de las vías actuales y cubrirlas, un ambicioso proyecto que supondrá para las arcas municipales un desembolso de 23,5 millones de euros. Ahora está por decidir qué se hará en el espacio que la ciudad gana con el cubrimiento de las vías.
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, y el alcalde de Vilafranca, Marcel Esteve, firmaron ayer al ...
El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès firmaron ayer el convenio que establece cómo debe pasar el tren de alta velocidad por la ciudad. El consistorio ha conseguido que las obras del AVE sirvan para rebajar el nivel de las vías actuales y cubrirlas, un ambicioso proyecto que supondrá para las arcas municipales un desembolso de 23,5 millones de euros. Ahora está por decidir qué se hará en el espacio que la ciudad gana con el cubrimiento de las vías.
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, y el alcalde de Vilafranca, Marcel Esteve, firmaron ayer al mediodía el convenio que establece las condiciones que asumen ambas partes en el proyecto de cobertura de las vías del tren. La actual línea ferroviaria, utilizada por los trenes de Cercanías, ha dividido la ciudad durante años. El crecimiento de Vilafranca hacia nuevas zonas de urbanización ha hecho cada día más evidente esta división.
La voluntad inicial del Gobierno era hacer pasar las vías por fuera de la ciudad, en paralelo a la autopista AP-7. El consistorio reaccionó entonces pidiendo que el tren pasara por dentro para así aprovechar las obras y cubrir las vías actuales. Una losa cubrirá los 1,3 kilómetros del trazado ferroviario. Con la cobertura, la ciudad ganará un espacio de 90.000 metros cuadrados, cuyo destino aún no ha sido decidido por el Ayuntamiento. El gobierno local abrirá un proceso de participación ciudadana para decidir a qué dedicar el espacio recuperado con el soterramiento.