Ronaldinho pone al Barça en su sitio

Un golazo del brasileño en El Sadar aúpa a los azulgrana a la 'Champions' - El Depor, tras ganar en Albacete, sigue el rastro del Madrid y el Valencia, que se miden el domingo - El Athletic derrota al Murcia y es 5º, por delante del Atlético - El Betis vence en Santander en el último minuto y sigue su escalada - Triunfan el Sevilla, el Celta y el Espanyol

Pese a las penas del Barça, no hay duda de que la sonrisa más perenne de la Liga es la de Ronaldinho. Por una vez, en Pamplona, la felicidad del brasileño resultó contagiosa para sus compañeros, que se auparon a la Liga de Campeones -el objetivo fijado por la cúpula directiva azulgrana-. Y lo hicieron por obra y magia de Ronaldinho, que ejecutó a Osasuna con una maniobra sutil, artística y compleja dentro del área. La estrella blaugrana amortiguó de espaldas al meta osasunista un disparo pifiado de Davids, tiró un sombrero de vuelo bajo a un defensor rojillo y sin que la pelota oliera e...

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Pese a las penas del Barça, no hay duda de que la sonrisa más perenne de la Liga es la de Ronaldinho. Por una vez, en Pamplona, la felicidad del brasileño resultó contagiosa para sus compañeros, que se auparon a la Liga de Campeones -el objetivo fijado por la cúpula directiva azulgrana-. Y lo hicieron por obra y magia de Ronaldinho, que ejecutó a Osasuna con una maniobra sutil, artística y compleja dentro del área. La estrella blaugrana amortiguó de espaldas al meta osasunista un disparo pifiado de Davids, tiró un sombrero de vuelo bajo a un defensor rojillo y sin que la pelota oliera el césped se revolvió e inventó una volea magnífica. Un gol goyesco que desató el delirio culé, con los jugadores abrazados sobre el campo al término del choque como si hubieran levantado la segunda Copa de Europa del Barça. Tras cinco meses largos entre tinieblas, el cuarto puesto resulta un grial para los azulgrana, sometidos a constantes azotes desde el inicio del gaspartismo. Su sucesor, Joan Laporta, puso el listón en la Liga de Campeones, poca púrpura para una entidad de tanto peso, pero acorde con esta época de remiendos. Hoy por hoy, el Madrid, el Valencia y el Deportivo están varios cuerpos por delante del Barça, pero del resto del pelotón no se ve a ningún equipo con un perfil más alto que el de Rijkaard. Del tercer puesto hacia abajo ninguna plantilla tiene mayores galones. Otra cosa es la gestión de los recursos, una asignatura varias veces suspendida por un técnico novato, incapaz de enhebrar con tino un plantel de jugadores zarandeados por las constantes convulsiones vividas por la entidad en los tiempos recientes. Y, con todos sus defectos, una plantilla poco encumbrada desde los púlpitos del Camp Nou -salvo Johan Cruyff-, desde donde se han filtrado listas de bajas, se han ventilado trapos sucios de los futbolistas y se ha aludido con machaconería a la mala herencia del pasado para justificar los accidentes deportivos. Como si los votos del pasado mes de junio no tuvieran que ver con la vista al frente que se le supone a un nuevo equipo directivo. Con sosiego, los jugadores en su puesto, el técnico más aplicado y Ronaldinho otra vez sonriente, el Barça ya está en su sitio, a costa del Altético, al que recibe el próximo domingo en un duelo de lo más chisposo.

Como lo será, dos horas después en Chamartín, el gigantesco pulso por el título entre Madrid y Valencia. Convertido ya en un clásico mayúsculo.

Ronaldinho hace un control ante Antonio López.EFE

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