El descontento por el pacto con el PP causa una sangría de militantes en UV

El pacto alcanzado la semana pasada por la actual dirección de Unión Valenciana con el PP para incluir en la lista popular al Senado al ex dirigente regionalista José María Chiquillo es objeto de una seria contestación en el seno de la formación fundada por Vicente González Lizondo que puede acabar diezmando sus filas. La crítica por lo que se considera una "claudicación" ante el PP se ha traducido en abandonos y deserciones, tanto de antiguos dirigentes y cargos públicos del partido como de militantes de a pie.

Entre los primeros destaca el ex presidente de UV y de las Cortes Valencian...

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El pacto alcanzado la semana pasada por la actual dirección de Unión Valenciana con el PP para incluir en la lista popular al Senado al ex dirigente regionalista José María Chiquillo es objeto de una seria contestación en el seno de la formación fundada por Vicente González Lizondo que puede acabar diezmando sus filas. La crítica por lo que se considera una "claudicación" ante el PP se ha traducido en abandonos y deserciones, tanto de antiguos dirigentes y cargos públicos del partido como de militantes de a pie.

Entre los primeros destaca el ex presidente de UV y de las Cortes Valencianas, Héctor Villalba, quien el mismo día en que Chiquillo anunciaba el pacto con el PP renunció a su militancia en la formación regionalista. Le siguió, el pasado miércoles, Miquel Ramon i Quiles, que fuera senador de UV, quien comunicó al secretario general de la formación, Julio Chanzá, su decisión de abandonar el partido debido a la "actitud" de la ejecutiva, que desoyó "la decisión de asamblea de presentar a UV a las elecciones generales en solitario".

La primera deserción masiva de militantes se produjo el pasado lunes, cuando el presidente del partido en Montroi, Emili Espert, anunció que la ejecutiva, concejales y militantes de la formación acordaron, en una reunión extraordinaria, abandonar UV como muestra de "repulsa a la venta del partido al PP". La segunda deserción masiva fue anunciada ayer por el alcalde de Almàssera, Enric Ramón, que fue el primero en abandonar el partido, antes incluso de que se consumara el pacto con el PP. El 15 de enero pasado Ramón anunció su baja por no "tolerar por más tiempo el entreguismo de UV al Partido Popular articulado por Julio Chanzá y José María Chiquillo", pero mantuvo la alcaldía. Entonces ya anunció una recogida de firmas, que ayer se tradujo en la presentación, en la sede local del partido, de otras 64 bajas.

A este paso, la ya exigua militancia de UV puede quedar reducida en breve a la mínima expresión, lo que, paradójicamente, acabará por dar la razón precisamente a quienes han abandonado el partido por considerar que "ir a las elecciones con el PP es la muerte de UV".

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