Crónica:FÚTBOL | Vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey

Vagner conduce al renacido Celta

El equipo vigués remonta al Málaga gracias al acierto del centrocampista brasileño

Con la eliminatoria a favor, el Celta siguió buscando otro gol como si le fuera la vida. Es un síntoma de que algo puede estar cambiando en el equipo de Lotina, que ha tenido que rebozarse en el fango para desprenderse de año y medio de fútbol táctico y especulativo para regresar por donde solía. Con los mismos fallos defensivos de antaño, pero con capacidad para volver a levantarse cada vez que cae al suelo, que es lo que hizo ayer en Balaídos. Por dos veces el Málaga amagó con llevarse la eliminatoria, y otras tantas reaccionó el Celta, que sólo tuvo que agarrarse a la porfía del goleador Va...

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Con la eliminatoria a favor, el Celta siguió buscando otro gol como si le fuera la vida. Es un síntoma de que algo puede estar cambiando en el equipo de Lotina, que ha tenido que rebozarse en el fango para desprenderse de año y medio de fútbol táctico y especulativo para regresar por donde solía. Con los mismos fallos defensivos de antaño, pero con capacidad para volver a levantarse cada vez que cae al suelo, que es lo que hizo ayer en Balaídos. Por dos veces el Málaga amagó con llevarse la eliminatoria, y otras tantas reaccionó el Celta, que sólo tuvo que agarrarse a la porfía del goleador Vagner. Con el cambio de receta parece otro.

El nuevo traje del Celta, un 4-2-3-1 con cabida para los extremos, viene transformando la salud ofensiva del equipo desde la catástrofe del 0-5 frente al Deportivo, pero no pone remedio a los errores defensivos. Hasta tal punto, que el Málaga ni siquiera necesitó lanzarse al ataque para encontrarse con su primer gol a los tres minutos: un error de Luccin que remedió con falta, y de la que salió un inofensivo centro raso desde la izquierda y otro gol de guasa, después de pasearse por la frontal del área pequeña y recoger Juanito el manso rechace de Pinto. El tanto permitió al equipo de Juande Ramos esconderse en su campo para asomar la cabeza en tímidos contraataques, peligrosos sólo por la proverbial inseguridad defensiva céltica.

CELTA 2 - MÁLAGA 2

Celta: Pinto; Méndez, Cáceres, Sergio, Sylvinho (Israel, m. 75); Luccin, Giovanella; Vagner, Jandro (Jesuli, m. 46), G. López; y Milosevic.

Málaga: Calatayud; Josemi, Juanito, Fernando Sanz, Rojas; Manu Sánchez (Valcarce, m. 15), Miguel Ángel, Gerardo, Insúa; Edgar (Salva, m. 23) y Diego Alonso.

Goles: 0-1. M. 3. Centro raso desde la izquierda que despeja Pinto para que Juanito recoja el balón y anote a placer. 1-1. M. 64. Vagner, de rebote, tras un error del guardameta Calatayud. 1-2. M. 68. Salva, de cabeza. 2-2. M. 70. Vagner, de fuerte disparo por la escuadra.

Árbitro: Muñiz. Amonestó a Gerardo.

Unos 10.000 espectadores en Balaídos.

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Si los errores de la zaga fueron puro costumbrismo, la producción de oportunidades del equipo de Vigo apenas se le ha visto en toda la temporada. Nada del otro mundo; lejos incluso de los registros alcanzados la pasada jornada en Mallorca, pero suficiente para transmitir la sensación de estar al borde del gol. Pero en el nuevo dibujo, la colaboración de Gustavo López en el costado izquierdo resulta fundamental, y el Celta arrastró la noche gris del argentino.

Pese a la falta de acierto, al Celta le bastó con el empuje, porque se benefició de una circunstancia que le viene atormentando en la Liga: se fue el grupo de Balaídos a por el Málaga, y con Gustavo algo más entonado, forzó el error de los de Juande Ramos. El gol fue equiparable al del Celta, o peor. No por el inicio de la acción, un pase adelantado de Giovanella a Gustavo López que el argentino metió al centro del área pequeña. Pero no atrapó Calatayud, y el despeje de la defensa acabó rebotando en el estómago de Vagner para caer mansamente en la portería. Vinieron después tres goles en un puñado de minutos, que demostraron que en un intercambio de golpes, el mejor suele salir ganando.

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