Natacha Atlas hipnotiza al público del festival Actual 2004

Los estertores de Actual 2004 están sirviendo para repasar las tendencias musicales con las que se trabaja en la actualidad. El concierto del pasado viernes fue una prueba de ello. Una mezcla entre la música arrabal de 08001, el sonido con reminiscencias egipcias de Natacha Atlas y el hip-hop refrescante de La Excepción.

Los buenos toros se crecen ante el castigo, y algo similar ocurrió con 08001 en Logroño. La banda producida por Julián Urigoitia sufrió un serio revés ya que su cantante, sin papeles, fue deportado y no pudo estar en Actual 2004. A pesar de ello, el público rioja...

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Los estertores de Actual 2004 están sirviendo para repasar las tendencias musicales con las que se trabaja en la actualidad. El concierto del pasado viernes fue una prueba de ello. Una mezcla entre la música arrabal de 08001, el sonido con reminiscencias egipcias de Natacha Atlas y el hip-hop refrescante de La Excepción.

Los buenos toros se crecen ante el castigo, y algo similar ocurrió con 08001 en Logroño. La banda producida por Julián Urigoitia sufrió un serio revés ya que su cantante, sin papeles, fue deportado y no pudo estar en Actual 2004. A pesar de ello, el público riojano supo reconocer el esfuerzo de la banda.

Con dos pantallas de vídeo reforzando el escenario, 08001 presentó con éxito Raval ta Joie, primer disco con once temas que viajan por el flamenco, reggae, música electrónica, etcétera.

Natacha Atlas demostró sus tablas sobre el escenario de Actual, en el que presentó su disco Something dangerous, un repaso al mundo interior de este pequeño mito.

Como si de una folclórica de las grandes se tratase, Natacha Atlas repasó el manual de las grandes estrellas: tardó más de la cuenta en salir al escenario, apareció con el grupo ya tocando, se cambió en dos o tres ocasiones de vestido y paseó su contoneo de cintura (en esto fue muy superior a las folclóricas).

Después de un comienzo frío -quizá propiciado por un repertorio más calmado de lo habitual-, Atlas fue hipnotizando al público con los sonidos llegados de Egipto y Palestina, muy pegadizos, que sobresalieron gracias a la calidad de la banda que acompaña a la ex componente de Transglobal Underground. Fue de lo más aplaudido de la noche.

El Palacio de Deportes de Logroño tenía ganas de marcha, y la presencia de La Excepción en el escenario fue el catalizador. Hip-hop madrileño, cheli, bastardo y cómplice que enseguida conectó con el respetable.

El trío madrileño de Pan Bendito se ha hecho un hueco en el mundo del hip-hop nacional en un periquete. Su concierto llevó una trayectoria descendente. Pero, sobre todo, gustó la sinceridad con la que transmitieron a los espectadores su producto.

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