Paranoia y ciclo final de ETA

La organización terrorista, acosada, está totalmente a la defensiva

No es una crisis más. La organización terrorista ETA, sumida en el desconcierto, sometida a un implacable acoso policial y político, que ve cómo la detención de sus dirigentes se sucede a ritmo vertiginoso, que ha fracasado rotundamente en su último intento de cometer un megaatentado en Madrid durante las navidades, parece haber entrado en su ciclo final, de progresivo debilitamiento y con sus militantes desconcertados y en un estado cercano a la paranoia.

Ni siquiera el refuerzo de la seguridad interna, el incremento de las medidas de autoprotección, ha logrado frenar la eficacia de lo...

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No es una crisis más. La organización terrorista ETA, sumida en el desconcierto, sometida a un implacable acoso policial y político, que ve cómo la detención de sus dirigentes se sucede a ritmo vertiginoso, que ha fracasado rotundamente en su último intento de cometer un megaatentado en Madrid durante las navidades, parece haber entrado en su ciclo final, de progresivo debilitamiento y con sus militantes desconcertados y en un estado cercano a la paranoia.

Ni siquiera el refuerzo de la seguridad interna, el incremento de las medidas de autoprotección, ha logrado frenar la eficacia de los golpes policiales, que han puesto a ETA contra las cuerdas.

Simultáneamente, la rama política de la organización terrorista, Batasuna, sufre impotente los sinsabores de la ilegalización, es incapaz de marcar una posición clara respecto al plan soberanista del lehendakari Ibarretxe y pide a gritos negociar con el PNV.

Páginas 20 y 22

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