Plácido Domingo canta y dirige en Berlín con éxito 'La dama de picas' y 'Tosca'

El tenor español Plácido Domingo ha resuelto con éxito un agotador programa a sus 62 años en Berlín. En la Staatsoper (Ópera Estatal), en Unter den Linden, cantó La dama de picas, de Chaikovski, y dirigió una noche Tosca, de Puccini. Ante la prensa, junto a Domingo, el director musical de la Staatsoper, Daniel Barenboim, que dirigió la orquesta en La dama de picas, no cesó de hacer guiños cómplices al tenor y no escatimó los elogios de quien dijo: "Es simplemente músico, y eso se nota de inmediato. Transmite esa capacidad y ese placer de producir música".

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El tenor español Plácido Domingo ha resuelto con éxito un agotador programa a sus 62 años en Berlín. En la Staatsoper (Ópera Estatal), en Unter den Linden, cantó La dama de picas, de Chaikovski, y dirigió una noche Tosca, de Puccini. Ante la prensa, junto a Domingo, el director musical de la Staatsoper, Daniel Barenboim, que dirigió la orquesta en La dama de picas, no cesó de hacer guiños cómplices al tenor y no escatimó los elogios de quien dijo: "Es simplemente músico, y eso se nota de inmediato. Transmite esa capacidad y ese placer de producir música".

La dama de picas era una cooproducción de la Staatsoper con la ópera de Varsovia, dirigida en escena por el polaco Mariusz Trelinski. Este director de cine y teatro crea un clima tenebroso y de angustia para narrar la demoniaca pasión del personaje principal, Hermann, devorado por su obsesión por arrebatar las claves que le lleven a triunfar en el juego, aunque para ello tenga que pasar por encima del cadáver de su amada. Domingo permanece en escena casi durante tres horas y media en una obra en la que, además de las exigencias de la voz, tiene que mostrar su capacidad histriónica para dar la fuerza que requiere el personaje del ludópata.

En el estreno de La dama de picas, que Domingo cantará esta temporada en el Teatro Real de Madrid, el público se entregó y aplaudió a los artistas durante casi un cuarto de hora. La crítica trató al intérprete como a un icono. En el Süddeutsche Zeitung se leía: "Un Domingo intacto, en edad avanzada para un tenor, cumplió el papel más allá que con decencia profesional. Emplea de forma soberana toda su potencia de voz, una diferenciada musicalidad y fraseo para dar vida a un héroe negativo".

Domingo se refirió a la dificultad de esta ópera para el tenor y quitó importancia al problema del ruso, porque "es un idioma muy cómodo para cantar". Lamentó no haber podido cantar La dama de picas en Barcelona el pasado febrero por culpa de una bronquitis. La salud le jugó también una mala pasada en Berlín, donde no pudo dirigir la segunda función de Tosca tal como estaba anunciado.

Sobre su trabajo como director explicó Domingo que él se considera ante todo músico y disfruta con los dos papeles, en la escena como tenor y en el podio al frente de la orquesta: "Cuando canto jamás pienso en dirigir, y cuando dirijo no pienso en la escena, sino en los cantantes". Domingo, que cuenta con una veintena de óperas en su repertorio de director, aseguró: "Un buen director de orquesta siempre es capaz de percibir las dificultades de un cantante. Por supuesto, conozco bien Tosca, pero también me encanta dirigir óperas que jamás canté, porque así descubro aspectos nuevos. También es hermoso hacer sonar la música con que has vivido durante 45 años, Carmen, Aida...".