Pamplona, clave en la victoria

Bilbao

Cuando poco antes de las diez de la noche trascendió el vuelco logrado por Josu Jon Imaz en Navarra, territorio afín a Joseba Egibar en la primera vuelta, el sector vizcaíno reunido en un txoko (sociedad gastronómica) de Galdakao ya estaba celebrando lo que parecía una victoria en toda regla. Con el empate registrado en Bera de Bidasoa, Egibar controlaba cuatro asambleas e Imaz otras cuatro. Faltaba el resultado de la capital, Pamplona, la única que por el voto ponderado valía dos apoderados. En la primera vuelta, el resultado había sido de un voto a favor de Egibar. Cualq...

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Cuando poco antes de las diez de la noche trascendió el vuelco logrado por Josu Jon Imaz en Navarra, territorio afín a Joseba Egibar en la primera vuelta, el sector vizcaíno reunido en un txoko (sociedad gastronómica) de Galdakao ya estaba celebrando lo que parecía una victoria en toda regla. Con el empate registrado en Bera de Bidasoa, Egibar controlaba cuatro asambleas e Imaz otras cuatro. Faltaba el resultado de la capital, Pamplona, la única que por el voto ponderado valía dos apoderados. En la primera vuelta, el resultado había sido de un voto a favor de Egibar. Cualquier cosa podía pasar. Al final, Imaz ganó por un voto.

Pero la alegría se convirtió en sudor frío entre el sector vizcaíno de Imaz en Galdakao cuando sobre las 22.30 comenzaron a llegar los datos de las asambleas de Vizcaya. Álava (12 a 6) y Guipúzcoa (122 a 44 apoderados) ya habían caído en manos de Egibar, que limaba por segundos la holgada victoria en primera vuelta de Imaz. Sobre las 23.00, el portavoz del Ejecutivo vasco estaba a un apoderado de la mayoría absoluta. La alegría llegó poco después: Imaz sumaba 112 apoderados de los 214 que acuden a la asamblea vizcaína, frente a los 85 de Egibar. En el txoko se celebró por todo lo alto. Al final, un buen resultado para Egibar (93 apoderados por 117), pero insuficiente.