Pasajeros con suerte

Hay pasajeros con suerte. Con muchísima suerte. Por ejemplo, los 106 que tomaron el AVE lanzadera en Puertollano el pasado domingo a las 8.45 para dirigirse a Madrid. Según el horario oficial de Renfe, el tren debía llegar a su destino a las 9.58. Poco antes de que el tren arribara a la estación Puerta de Atocha, los viajeros recibieron una notificación que les dejó perplejos: el tren había rebasado en 20 segundos el límite del compromiso de puntualidad que Renfe mantiene en el AVE desde el 11 de septiembre de 1994. Siempre que el retraso supere los cinco minutos por causas sólo imputables a l...

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Hay pasajeros con suerte. Con muchísima suerte. Por ejemplo, los 106 que tomaron el AVE lanzadera en Puertollano el pasado domingo a las 8.45 para dirigirse a Madrid. Según el horario oficial de Renfe, el tren debía llegar a su destino a las 9.58. Poco antes de que el tren arribara a la estación Puerta de Atocha, los viajeros recibieron una notificación que les dejó perplejos: el tren había rebasado en 20 segundos el límite del compromiso de puntualidad que Renfe mantiene en el AVE desde el 11 de septiembre de 1994. Siempre que el retraso supere los cinco minutos por causas sólo imputables a la compañía que preside Miguel Corsini, tienen derecho a que se les reembolse lo que hayan pagado por el billete. Les sale gratis el viaje, en una palabra. La mayoría de los viajeros del AVE de Puertollano no se percataron de los 20 segundos extra. De hecho nadie firmó ninguna reclamación. Se les reembolsó el precio de su billete o quedaron en cobrarlo otro día y tan contentos. A Renfe le ha supuesto devolver algo menos de 2.200 euros, pero a cambio mantiene en su línea estrella un prestigio que le ha acreditado numerosos premios internacionales de calidad. Hasta el 31 de diciembre de 2002 Renfe ha recibido 75.605 reclamaciones por impuntualidad del AVE Madrid-Sevilla de un total de 33.332.322 viajeros transportados, el 0,23%. Si este compromiso se extendiera a otros largos trayectos como Madrid-Barcelona, Madrid-Murcia o Barcelona-Galicia, los usuarios pondrían a Renfe en un pedestal.

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