El juez deniega la "cautelarísima" a Carlos Gurpegui

Agotada la vía administrativo-deportiva, el Athletic ha comenzado esta semana a recorrer el camino judicial para recurrir a la sanción por dos años de su jugador Carlos Gurpegui, pero no lo ha hecho con muy buen pie. El juez Marcial Viñoly, del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo, dispuso ayer, apenas 24 horas después de la llegada del recurso a su territorio, desestimar la primera solicitud de los abogados del futbolista: la adopción de la medida "cautelarísima" de suspender la sanción de dos años impuesta por el Comité Español de Disicplina Deportiva (CEDD) el 31 de octubre.
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Agotada la vía administrativo-deportiva, el Athletic ha comenzado esta semana a recorrer el camino judicial para recurrir a la sanción por dos años de su jugador Carlos Gurpegui, pero no lo ha hecho con muy buen pie. El juez Marcial Viñoly, del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo, dispuso ayer, apenas 24 horas después de la llegada del recurso a su territorio, desestimar la primera solicitud de los abogados del futbolista: la adopción de la medida "cautelarísima" de suspender la sanción de dos años impuesta por el Comité Español de Disicplina Deportiva (CEDD) el 31 de octubre.

Así, a menos que el jugador recurra -tiene un plazo de 15 días para hacerlo- y que el juzgado acepte su recurso, Gurpegui deberá esperar a que el juez tramite, sustancie, decida y resuelva la petición de suspensión cautelar, más o menos unos dos meses más, antes de pensar en volver a jugar.

Alegaban los abogados de Gurpegui que la no participación de Gurpegui en los partidos de fútbol oficiales mientras no se decida si se le concede la cautelar produciría efectos jurídicos irreversibles para el jugador, para su club y para terceros. Responde el juez Viñoly que no ve por ninguna parte la situación irreversible o los perjuicios irreparables, situaciones y perjuicios alegados, por otra parte, de un modo genérico. "Por otro lado", dice el juez, "del hecho de que el recurrente se vea privado de participar en algunos partidos de fútbol en tanto se tramita y se resuelve la pieza separada de medidas cautelares no se deduce ninguna clase de peligro ni de deterioro de su carrera deportiva, ni tampoco ningún perjuicio económico para su club, ni mucho menos afecta a toda la competición deportiva [...] ya que, sin necesidad de resoluciones administrativas que lo impidan, continuamente los distintos clubes deportivos se ven privados de algunos de sus jugadores como consecuencia de diversas circustancias, como pueden ser lesiones, compromisos internacionales, etcétera, sin que por ello se vea alterada la competición".

Gurpegui resultó positivo por nandrolona en un control efectuado en septiembre de 2002 y fue sancionado por dos años por el Comité de Competición de la federación de fútbol. Posteriormente Apelación y el CEDD confirmaron la sanción. Durante la tramitación de todos los recursos, Gurpegui dispuso de la suspensión cautelar de la sanción y jugó.