Crónica:TENIS

Virginia Ruano gana su primer Masters de dobles

Si alguien mira la clasificación mundial del tenis femenino, cuesta encontrar a Virginia Ruano. Hay que bajar hasta el 55º puesto y pasar tres nombres españoles -Conchita Martínez, Magüi Serna y María Antonia Sánchez- antes de topar con ella. Sin embargo, en la lista de ganancias esta madrileña, que en septiembre cumplió los 30 años, aparece entre las 13 primeras.

Ruano ha cerrado esta temporada con unos ingresos en premios de 810.000 dólares. Pero sólo 184.000 de ellos proceden de sus resultados individuales. Lo suyo es el doble. Y, aunque nunca ha renunciado a su carrera como individu...

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Si alguien mira la clasificación mundial del tenis femenino, cuesta encontrar a Virginia Ruano. Hay que bajar hasta el 55º puesto y pasar tres nombres españoles -Conchita Martínez, Magüi Serna y María Antonia Sánchez- antes de topar con ella. Sin embargo, en la lista de ganancias esta madrileña, que en septiembre cumplió los 30 años, aparece entre las 13 primeras.

Ruano ha cerrado esta temporada con unos ingresos en premios de 810.000 dólares. Pero sólo 184.000 de ellos proceden de sus resultados individuales. Lo suyo es el doble. Y, aunque nunca ha renunciado a su carrera como individualista, lo que le ha concedido un mayor prestigio internacional y ha elevado sus ingresos globales hasta los tres millones de dólares, han sido sus triunfos en este tipo de pruebas.

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Junto a la argentina Paola Suárez, Ruano ganó ayer en Los Ángeles su último título importante: el Masters de dobles. Se impusieron en la final a la belga Kim Clijsters, campeona en individuales, y a la japonesa Ai Sugiyama (1ª cabezas de serie) por 6-4, 3-6, 6-3, y concluyeron como las números uno de la clasificación mundial. Fue un colofón impresionante a una trayectoria espectacular. En los últimos 365 días, el dueto hispano-argentino interpretó algunas de sus mejores obras, imponiéndose en el Open de EE.UU. y disputando la final de los otros tres Grand Slam: el Open de Australia, Roland Garros y Wimbledon.

La historia deportiva de este doble comenzó a fraguarse en 1998, cuando ambas luchaban todavía para hacerse un hueco en el circuito. Entonces, Ruano había ganado ya dos de los tres títulos individuales que adornan su palmarés: Cardiff (1997), Budapest (1998) y Tashkent (2003). Y, al igual que Suárez, tenía mucho más interés en los individuales que en los dobles. Sin embargo, la madrileña, cuyo padre -empleado de Iberia- le proporcionaba billetes gratis en sus inicios, nunca superó el 28º lugar en la lista mundial. Y pronto descubrió, como muchas otras jugadoras, que el doble suponía una fuente importantísima de ingresos, aunque no concedía el prestigio de los éxitos individuales.

En 1998 Ruano y Suárez ganaron en Roma, e iniciaron una relación deportiva y de amistad que las ha llevado a la cumbre. En su palmarés figuran los títulos de Roland Garros (2001 y 2002), del Open de EE.UU. (2002 y 2003) y ahora del Masters (2003). Pero, por encima de su incuestionable calidad, lo que les ha permitido llegar tan lejos es el respeto mutuo, la alegría y el desparpajo con que juegan. Es evidente que se divierten. "No hay otra forma de entender todo esto", afirma Vivi Ruano.

Individuales: Masters femenino. Final: Clijsters (Bel, 1ª)-Mauresmo (Fra, 4ª), 6-2, 6-0. Masters Masculino (Houston). Round Robin: Federer (Sui, 3º)-Agassi (EEUU, 5º): 6-7 (3-7), 6-3, 7-6 (9-7), tras salvar dos bolas de partido.

Virginia Ruano y Paola Suárez (a la derecha), en la entrega de trofeos. Detrás Kim Clijsters y Ai Sugiyama.EFE

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