Iglesias festeja sin olvidar a Kournikova

Enrique Iglesias estuvo entre los invitados a la fiesta que culminó el evento musical Swedish hit music awward, que tuvo lugar el pasado domingo en Estocolmo. A las nueve de la noche del domingo, Enrique llegó a cenar al café Ópera, punto obligado de las fiestas de los famosos, y un par de horas más tarde estaba en medio de la fiesta, bebiendo champaña y bailando, rodeado de una corte de bellezas rubias. Tal como su padre en tiempos pasados, pero con estilo propio y sin deberle nada a su progenitor, Enrique ha conquistado un lugar en el país nórdico, tanto en su papel de a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Enrique Iglesias estuvo entre los invitados a la fiesta que culminó el evento musical Swedish hit music awward, que tuvo lugar el pasado domingo en Estocolmo. A las nueve de la noche del domingo, Enrique llegó a cenar al café Ópera, punto obligado de las fiestas de los famosos, y un par de horas más tarde estaba en medio de la fiesta, bebiendo champaña y bailando, rodeado de una corte de bellezas rubias. Tal como su padre en tiempos pasados, pero con estilo propio y sin deberle nada a su progenitor, Enrique ha conquistado un lugar en el país nórdico, tanto en su papel de artista como de galán latino. Pero el disfrute de gratas compañías no le hizo olvidar, según declaró a una periodista de Aftonbladet, su amor por la tenista rusa Anna Kournikova. "Yo confío en ella. Es fantástica, y aunque parezca un poco cursi decirlo, no es fácil encontrar una persona como ella". De todas maneras, la ausencia de la amada no le impidió disfrutar de la noche al punto de que el viaje de retorno en su avión privado, previsto para las 22.50 de esa noche, fue postergado hasta el día siguiente. A la una de la madrugada dejó la fiesta del café Ópera para proseguirla con sus acompañantes en la suite del Grand Hotel de Estocolmo, donde estuvo alojado. Duró hasta el amanecer. Y ahora amanece tarde en Suecia.

Archivado En