El trío polaco Kroke trae a 10 ciudades españolas el espíritu musical de la vieja Europa del Este

Kroke es el nombre de la ciudad polaca de Cracovia en yiddish, el idioma de los judíos centroeuropeos y el que han elegido para recorrer el mundo los tres músicos de este extraordinario trío instrumental. Admirados por el director de cine Steven Spielberg y con una reciente grabación junto al famoso violinista británico Nigel Kennedy, presentan ahora en 10 ciudades españolas el disco Ten pieces to save the world, con el que han celebrado sus 10 años de existencia.

"Hay valores en la vida que deberíamos cuidar si no queremos acabar perdiéndolos", dice Jerzy Bawol a propósit...

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Kroke es el nombre de la ciudad polaca de Cracovia en yiddish, el idioma de los judíos centroeuropeos y el que han elegido para recorrer el mundo los tres músicos de este extraordinario trío instrumental. Admirados por el director de cine Steven Spielberg y con una reciente grabación junto al famoso violinista británico Nigel Kennedy, presentan ahora en 10 ciudades españolas el disco Ten pieces to save the world, con el que han celebrado sus 10 años de existencia.

"Hay valores en la vida que deberíamos cuidar si no queremos acabar perdiéndolos", dice Jerzy Bawol a propósito del título de su quinto disco, Ten pieces to save the world. Bawol (acordeón), Tomasz Lato (contrabajo) y Tomasz Kukurba (violín y viola) formaron Kroke en Cracovia en 1992. Se presenta su música con la etiqueta klezmer: "Para nosotros, klezmer significa músico, esos músicos profesionales, sobre todo judíos, que tocaban en fiestas y ceremonias con una actitud muy especial, gran dominio técnico y un gusto exquisito. En cambio, en Estados Unidos y Europa occidental, klezmer significa música popular judía".

Los tres estudiaban en el conservatorio cuando escucharon klezmer por primera vez en una cinta. "Recuerdo la impresión de haber encontrado mi idioma. Algo que te toca, que entiendes y con lo que te puedes expresar libremente. Llega de repente y te dices '¡esto es!', porque va directo al corazón", cuenta Jerzy Bawol. Al comienzo tocaban algunas obras tradicionales, pero ahora son sus propias composiciones.

En 1995, durante el rodaje de La lista de Schindler, la actriz Kate Capshaw iba a ver tocar a Kroke a un pequeño local en el antiguo barrio judío de Kazimierz. Y una noche apareció con su marido Steven Spielberg. "Acabábamos de dejar nuestros trabajos y comenzábamos algo totalmente impredecible. Sin dinero, sin comida. Necesitábamos alguna prueba de que estábamos haciendo lo correcto y que debíamos continuar por ese camino". Spielberg los invitó a tocar en Jerusalén para los supervivientes del Holocausto -más de 50.000 judíos de Cracovia fueron conducidos hacia la muerte en campos de exterminio-. Era la primera actuación de Kroke fuera de Polonia: "Conocer a aquellas personas, conversar con ellas, fue algo inolvidable".

Hace unos meses han grabado East meets East con el violinista Nigel Kennedy, protegido de Yehudi Menuhin y capaz de vender dos millones de discos de sus Cuatro estaciones, de Vivaldi. Volverán a tocar con él en verano. "Resulta muy divertido, porque Nigel es absolutamente impredecible", aseguran. Tras actuar en Mallorca, Kroke se presenta hoy en Murcia (Auditorio); el 12, en Barcelona (L'Espai); el 13, en Zaragoza (Auditorio); el 15, en Jaca (Palacio de Congresos); el 16, en Ejea de los Caballeros (Teatro de la Villa); el 17, en Madrid (Galileo); el 18, en Málaga (María Cristina); el 21, en Galdakao (Casa de Cultura), y el 22, en Monzón (Auditorio San Francisco).

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