Ignacio Ramonet anima a las cooperativas a aliarse ante la globalización sin perder su "espíritu"

El cooperativismo "es una de las maneras de humanizar la globalización", defendió ayer Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, en una conferencia ofrecida en el marco de la celebración del Día Mundial del Cooperatisvo. Con estas palabras, Ignacio Ramonet valoraba la filosofía de estas entidades, que "colocan al ser humano en el centro de sus preocupaciones y no la mercancía", que desarrollan una importante función social y medioambiental y que no persiguen un objetivo exclusivamente comercia, "sino que buscan también construir solidaridades humanas".

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El cooperativismo "es una de las maneras de humanizar la globalización", defendió ayer Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, en una conferencia ofrecida en el marco de la celebración del Día Mundial del Cooperatisvo. Con estas palabras, Ignacio Ramonet valoraba la filosofía de estas entidades, que "colocan al ser humano en el centro de sus preocupaciones y no la mercancía", que desarrollan una importante función social y medioambiental y que no persiguen un objetivo exclusivamente comercia, "sino que buscan también construir solidaridades humanas".

El director de Le Monde Diplomatique considera que las cooperativas deben "intensificar" la cooperación entre ellas y constituir alianzas para "resistir mejor a los desafíos de la globalización". Y todo ello, añadió, sin perder su "espíritu", sin renunciar a la filosofía que las vertebra y sin que alejarse de su arraigo local o regional. También mencionó la conveniencia de que las federaciones nacionales de cooperativas establezcan lazos internacionales.

Ante la globalización, en cualquier caso, todo no son amenazas para las cooperativas. Ramonet la comparó con la lluvia: por una parte es fertilizante y enriquecedora "pero cuando hay demasiada destruye y trae desgracia". Hay, añadió, que potenciar lo primero y evitar los estragos. Ignacio Ramonet reconoce que la globalización ha tenido "aspectos positivos" para las cooperativas de muchos países, a las que ha abierto mercados, les ha permitido mejorar la calidad de sus productos y servicios.

A pesar de todo esto, las cooperativas son cada vez más frecuentemente atacadas por el sector privado, en parte por la ignorancia sobre el carácter diferente que las distingue. Por ello, una de las recomendaciones fue la de realizar un esfuerzo para explicar mejor lo que es una cooperativa y por qué apuesta por una organización del trabajo, la producción y la solidaridad "muy diferentes del egoísmo y del mercantilismo dominantes". También alertó de que hay cooperativas funcionan ya como empresas privadas. Para evitarlo, en su opinión, hay que intensificar los lazos y las alianzas entre cooperativas.

Otra de las ideas que apuntó ayer Ignacio Ramonet fue que las cooperativas "deben movilizar a sus miembros" para presionar a nivel nacional o europeo en favor de las reformas necesarias para construir una sociedad que no se limite a mirar a corto plazo sino que proteja el medio ambiente, "coloque al ser humano en primer plano, favorezca la justicia social y estimule la solidaridad entre todos los ciudadanos".

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