"No descarto jugar los individuales en Australia"

Su nombre va asociado a Wimbledon y a la hierba. Feliciano López, 22 años y 35º mundial, sorprendió el año pasado cuando, sin que nadie lo esperara, se clasificó para los octavos de final en la catedral. Y volvió a causar sensación el pasado mes de julio en Londres porque se convirtió en el único español desde Andrés Gimeno (1969-1070) que alcanzó la cuarta ronda dos años consecutivos. Ese fue el motivo principal por el que el G-3, el grupo de tres capitanes del equipo español, le llamó para formar un doble con Àlex Corretja para la final que se disputará en la hierba australiana a fina...

Su nombre va asociado a Wimbledon y a la hierba. Feliciano López, 22 años y 35º mundial, sorprendió el año pasado cuando, sin que nadie lo esperara, se clasificó para los octavos de final en la catedral. Y volvió a causar sensación el pasado mes de julio en Londres porque se convirtió en el único español desde Andrés Gimeno (1969-1070) que alcanzó la cuarta ronda dos años consecutivos. Ese fue el motivo principal por el que el G-3, el grupo de tres capitanes del equipo español, le llamó para formar un doble con Àlex Corretja para la final que se disputará en la hierba australiana a finales de noviembre. Está en prueba. Pero su victoria del martes en Madrid ante Mark Philippoussis por 6-4, 3-6, 6-3 fue un paso de gigante hacia su incorporación definitiva.

"Espero que los capitanes tengan en cuenta mi victoria sobre Philoppoussis"

"Mi sueño es ganar en Wimbledon; pero lograr la 'ensaladera' sería totalmente comparable"

Pregunta. Su nombre se une sólo al punto del doble, pero ¿se prepara también para jugar algún individual en Australia?

Respuesta. La verdad es que no lo descarto. Sin embargo, por ahora estamos hablando sólo de hipótesis. Ni siquiera es seguro que me seleccionen. Y, por otra parte, los capitanes valoran mucho el gran momento de Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà. Pero mi posible incorporación respondería también al criterio del G-3 de contar con cuatro jugadores capaces de jugar los individuales. Mi máxima esperanza es entrar en el equipo. Y estaré dispuesto a todo.

P. En este sentido la victoria ante Philippoussis le vino como anillo al dedo.

R. Sí. Jugué un partidazo. Creo que tras el de Agassi del año pasado ha sido el mejor. No sólo por el partido en sí, sino por todo lo que había detrás, la gente, la emoción. Es un punto importante a mi favor y espero que los capitanes lo tengan en cuenta.

P. ¿Tiene conciencia de que está a prueba?

R. No. No me lo tomo así. Hablando con Àlex coincidimos en que no es ninguna prueba. Es más un reto personal: sentirnos y compenetrarnos bien. Y no sólo para la Copa Davis, porque ya antes de ser llamados para Australia habíamos hablado de jugar juntos a partir del año que viene. Era algo que ambos teníamos pendiente desde Cinccinnati.

P. ¿Así que no se plantean este doble como algo eventual, sino como una pareja de futuro?

R. Está claro. Si nos entendemos bien estaremos en el equipo y afrontaremos la final. Pero nuestra idea es ser una pareja más fija en el circuito. Corretja puede ayudarme mucho: tiene experiencia, tenemos una buena relación, y admiro su manera de ver el tenis y de afrontar las situaciones difíciles.

P. ¿Si fuera el capitán de la Copa Davis cambiaría el equipo para la final?

R. No lo sé. Pero la hierba no tiene nada que ver con las otras superficies y, por eso, hay que valorar más la posibilidad de hacer un cambio para ser lo más competitivos que podamos.

P. ¿Qué supondría para Feliciano ganar la Copa Davis?

R. Es lo máximo. La emoción y la tensión que se viven ahí no se repiten en ningún otro torneo. Si he tenido un sueño, siempre ha sido ganar en Wimbledon. Pero ganar la ensaladera sería totalmente comparable.

P. ¿Se ve debutando en la final, en Australia, en hierba, con la presión que va a suponer todo eso?

R. Si los capitanes se lo plantean es porque confían en mí. En parte es verdad que podría crearme presión porque estaría debutando en una final. Pero jugamos contra Australia, en su casa y en su superficie favorita y ante una pareja (Woodbridge-Arthurs) de las mejores del mundo: eso también nos quita presión.

P. A usted le gustan este tipo de retos.

R. Es cierto. Suelo crecerme en estas situaciones. Si el G-3 confía en mí es porque me lo merezco y puedo hacer un gran partido. Estoy preparado para ello. Todo mi juego ha evolucionado mucho: saco mucho mejor, es algo natural en mí, y estoy con mucha confianza en el resto.

P. Tiriac asegura que, con él, ganaría Wimbledon en dos años.

R. El año pasado, tras perder con Agassi, me dijo que podía ser uno de los más grandes. Pero es un sueño que todavía veo muy lejos.

P. ¿Qué cree que puede ocurrir en la final de Australia?

R. Ellos son favoritos. Pero tenemos jugadores como Moyà, Ferrero y los que acaben completando el equipo que se lo van a poner muy difícil. Los españoles hemos evolucionado mucho en pista rápida y sobre hierba. Y, por otra parte, Hewitt no suele ganar a Ferrero y a Moyà y, aunque sea en hierba, eso le pesará. Con Philippoussis todos los partidos son a cara o cruz. Y en el doble tal vez es donde más dificultades tendremos. No quiero descartar para nada un triunfo de España.

P. ¿Y de Madrid, qué espera?

R. Ya dije hace tiempo que Wimbledon y Madrid son mis torneos. Aquí juego en casa, me siento cómodo y tengo el apoyo del público. Eso me da una motivación suplementaria.