FÚTBOL | Primera ronda de la Copa de la UEFA, partidos de vuelta

Presión a Rijkaard

El Barça recibe al Púchov en pleno debate sobre su estilo de juego y con la UEFA como objetivo

La primera ronda de la Copa de la UEFA parecía destinada a ser un paseo turístico para el Barcelona, enfrentado al Matador Púchov, pero el empate a uno en el partido de ida, disputado en Eslovaquia hace tres semanas y los posteriores decepcionantes resultados en la Liga, han convertido el encuentro de vuelta en un asunto muy serio. Aunque sin estridencias ni enfrentamientos, procurando que el debate sea de naturaleza futbolística, afloran las primeras discrepancias en el Camp Nou. El estilo de juego y los objetivos están en el punto de discusión entre la junta y la secretaría técnica y el entr...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La primera ronda de la Copa de la UEFA parecía destinada a ser un paseo turístico para el Barcelona, enfrentado al Matador Púchov, pero el empate a uno en el partido de ida, disputado en Eslovaquia hace tres semanas y los posteriores decepcionantes resultados en la Liga, han convertido el encuentro de vuelta en un asunto muy serio. Aunque sin estridencias ni enfrentamientos, procurando que el debate sea de naturaleza futbolística, afloran las primeras discrepancias en el Camp Nou. El estilo de juego y los objetivos están en el punto de discusión entre la junta y la secretaría técnica y el entrenador.

En una declaración de intenciones inequívoca, la directiva presenta el partido de hoy con el eslogan: Camino a Gotemburgo, sede de la final de la UEFA, una forma de admitir que el torneo es una de la de las prioridades junto a la Copa del Rey, para un equipo que, de momento, no ha ganado ni un partido en casa y tiene problemas con el gol. Y, al mismo tiempo, el secretario técnico, Txiki Begiristain, ha reclamado de alguna manera a Frank Rijkaard que tome partido por una alineación que exprese inequívocamente el cambio. El Púchov se presenta, consecuentemente, como un rival ideal para que el Barça pueda revertir la situación: se impone una victoria, goles y un equipo que invite al optimismo.

Más información

Desde el encuentro en Eslovaquia, el Barça no ha levantado cabeza en la Liga. El punto conseguido en el campo del Atlético se diluyó a la siguiente jornada con la derrota ante el Valencia en el Camp Nou, y las dudas se han agrandado con el discurrir de los días. "Los cambios tienen que llegar", intevino Begiristain. "Estamos generando dudas tratando de hacer jugar en las bandas a futbolistas que han demostrado que no es lo suyo". El secretario técnico recordó, incluso, que Saviola y Luis Enrique no son especialistas para atacar desde los flancos e invitó al entrenador a cambiar el estilo de juego. Begiristain sostiene que para practicar el modelo acordado, el entrenador no ha utilizado a los mejores futbolistas. Rijkaard respondió ayer con serenidad a las cuestiones de su superior: "No me siento cuestionado. Estoy contento haciendo mi trabajo. No hemos ganado aún en casa, tenemos que mejorar y todos estamos trabajando en ello". "Es un momento delicado", prosiguió. "No me quejo. Todo cuanto ocurre me da más energía. El momento es delicado, pero hay mecanismos suficientes para superar el apuro".

"¿Presionado?", se preguntó, al hilo de una demanda en la conferencia de prensa. "Queremos contentar a nuestra afición con una victoria", zanjó, al tiempo que daba a entender que los goles son la mejor de las medicinas.

Rijkaard no discrepó de Begiristain, y se excusó diciendo que hasta el momento no ha podido disponer de los jugadores idóneos para poner en práctica el cambio de acuerdo con el estilo de juego que pretende la directiva. "Tengo muy claro como tiene que jugar el Barça", expuso el holandés, al tiempo que calificaba de "observaciones" y no de "críticas" las manifestaciones de Begiristain. "El Barça pretende jugar por las bandas", añadió, "ocupando el campo ajeno, atacando, pero para desarrollar esta filosofía se necesitan jugadores determinados". No sólo se trata de tener a extremos o futbolistas capaces de actuar por las alas, sino que el despliegue comienza por una buena zaga: "La línea defensiva debe jugar adelantada, y se precisan jugadores rápidos para atajar los contragolpes del rival". Rijkaard ha trabajado específicamente esta semana la defensa, y para hoy se prevén cambios: ya recuperado Gabri, que jugaría de lateral, Puyol podría volver a jugar de central en lugar de Márquez. Los cambios afectarán también a la media, sobre todo por la lesión de Xavi en un pie, y a la delantera, una vez que se han confirmado también las bajas por lesión de Quaresma y Kluivert. La novedad es Sergio García, uno de los jugadores más aplaudidos en el ya olvidado choque ante el Sevilla, y la duda es Ronaldinho. "Si dice que no está al 100%, no jugará de entrada", avisó Rijkaard, consciente de que el sábado aguarda el Deportivo. El partido de hoy es otra cosa: el Barça juega más que nada contra si mismo.

Frank Rijkaard bromea con Kluivert en un entrenamiento.REUTERS

Archivado En