Necrológica:NECROLÓGICA

Javier Urquijo, pintor

El artista bilbaíno Javier Urquijo Arana murió ayer en el hospital Civil de Bilbao. Bilbaíno de 64 años, fue un hombre polifacético que cultivó la escenografía, la crítica de arte y la crónica social.

Como pintor, realizó una treintena de exposiciones individuales y participó en más de un centenar de exposiciones colectivas. Estuvo relacionado con la fundación de grupos plásticos, como Arte Actual, en 1965, y Nueva Abstracción, en 1969, además del Grupo Emen, de la Escuela Vasca, junto a Agustín Ibarrola y otros, en 1966. Hay obras suyas en museos de Granada, Florencia, Nicaragua, Sant...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El artista bilbaíno Javier Urquijo Arana murió ayer en el hospital Civil de Bilbao. Bilbaíno de 64 años, fue un hombre polifacético que cultivó la escenografía, la crítica de arte y la crónica social.

Como pintor, realizó una treintena de exposiciones individuales y participó en más de un centenar de exposiciones colectivas. Estuvo relacionado con la fundación de grupos plásticos, como Arte Actual, en 1965, y Nueva Abstracción, en 1969, además del Grupo Emen, de la Escuela Vasca, junto a Agustín Ibarrola y otros, en 1966. Hay obras suyas en museos de Granada, Florencia, Nicaragua, Santiago de Chile y otros muchos.

Su quehacer estético pasó a grandes trancos por el constructivismo, el minimalismo, para concluir con la combinación de diversas tendencias, donde la luz se erigía en factor primordial.

El martes de esta misma semana se llevaba a cabo una exposición en la galería Aritza de Bilbao, convertida a partir de ayer mismo en muestra póstuma.

En el catálogo escribía el propio Javier Urquijo dos ráfagas concluyentes: "La minimalidad es el descanso imaginativo; el cauce para lograr la tranquilidad espiritual; la apertura del espacio en el camino, enfocada el alma al encuentro de la inmensidad, del pensamiento universal, de la libertad y la imaginación... La dulce soledad, señora estupenda que no necesita disfraces". "Me queda, como conclusión íntima, el placer de la reconciliación con la realidad, aunque mi fuerte en los diversos campos que trabajo sea la fantasía".

En los últimos años tuvo una agitadísima actividad a través de distintos medios de información. Lo mismo en periódicos y revistas como en radios y televisiones. En ellos esgrimía un talante de divertida e irónica amabilidad, aparentando ser un redomado enfant terrible. Si bien en la crítica de arte se manejaba con acuciosa facilidad, es en la crónica social donde desplegaba sus especiales dotes de fino observador de la sociedad bilbaína.

No dejó de manifestar con singular deleite su pasión por la fiesta brava. Participaba en la Semana Grande bilbaína a través de la radio y la prensa escrita, con un sentido crítico muy acusado. Estaba casado con la actriz Mariví Bilbao Goyoaga.-

Javier Urquijo trabajando en una de sus obras.LUIS ALBERTO GARCÍA

Archivado En