Necrológica:

Arthur Kinoy, uno de los defensores de los Siete de Chicago

Arthus Kinoy, uno de los abogados de los Siete de Chicago y uno de los fundadores del Centro para los Derechos Constitucionales, organización que durante mucho tiempo constituyó un puntal del movimiento a favor de los derechos civiles en Estados Unidos, falleció el 19 de septiembre en Montclair, Nueva Jersey, a los 82 años.

En 1969, Kinoy se unió a William M. Kunstler y Leonard I. Weinglass para defender a ocho destacados activistas en contra de la guerra acusados de haber instigado los disturbios que tuvieron lugar en Chicago durante la Convención Nacional Demócrata de 1968. Los siete,...

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Arthus Kinoy, uno de los abogados de los Siete de Chicago y uno de los fundadores del Centro para los Derechos Constitucionales, organización que durante mucho tiempo constituyó un puntal del movimiento a favor de los derechos civiles en Estados Unidos, falleció el 19 de septiembre en Montclair, Nueva Jersey, a los 82 años.

En 1969, Kinoy se unió a William M. Kunstler y Leonard I. Weinglass para defender a ocho destacados activistas en contra de la guerra acusados de haber instigado los disturbios que tuvieron lugar en Chicago durante la Convención Nacional Demócrata de 1968. Los siete, entre ellos Abbie Hoffman, Rennie Davis, Jerry Rubin, David Dellinger y Tom Haydee, fueron declarados culpables, pero las sentencias fueron anuladas tras la apelación. Participó en otras muchas causas, con clientes como Julius y Ethel Rosenberg, para quienes presentó la última apelación contra la pena de muerte, y Adam Clayton Powell, hijo, el congresista de Harlem, en su lucha contra la expulsión del Congreso.

Kinoy, que se jubiló en 1991 de la Universidad Rutgers, fue durante las décadas de 1950 y 1960 un miembro muy activo del movimiento a favor de los derechos civiles y representó a testigos llamados a declarar ante el Comité del Congreso sobre Actividades Antiestadounidenses. En 1966, cuando representaba a estudiantes pacifistas ante el comité, el presidente en funciones ordenó que le detuvieran por intentar discutir un punto jurídico con miembros de éste, e hizo que tres alguaciles lo sacaran a la fuerza de la sala.

Kinoy participó en diversas sentencias históricas. En 1965, representó con éxito ante el Tribunal Supremo la causa de Dombrowski contra Pfister, en cuya sentencia se dio a los jueces federales de distrito competencias para impedir la aplicación de aquellas leyes que tuvieran un "efecto escalofriante" sobre la libertad de expresión. En un litigio posterior, Dombrowski contra el senador Eastland, estableció que el abogado del Comité de Seguridad Interna del Senado no era inmune a los pleitos por violación de los derechos civiles de los ciudadanos. En 1969, convenció al Tribunal Supremo de que la expulsión de Powell de la Cámara de Representantes por malversación de fondos era inconstitucional. En 1972, el Tribunal Supremo respaldó su alegación de que el presidente Richard Nixon no tenía "competencias inherentes" para realizar escuchas telefónicas en organizaciones políticas internas. Kinoy fue uno de los abogados que defendió a Julius y Ethel Rosenberg en el juicio por acusaciones de espionaje atómico, en 1951. Dos años más tarde hizo el último intento ante un tribunal de apelaciones para evitar la ejecución de ambos.

Arthur Kinoy nació en Nueva York el 29 de septiembre de 1920, y se licenció con matrícula de honor en Harvard en 1941. En la II Guerra Mundial lucho con el Ejército de Tierra en el Norte de África e Italia. Después entró en la Facultad de Derecho de Columbia, donde fue director ejecutivo de la revista jurídica y se licenció en 1947. En 1966 colaboró en la fundación del Centro para los Derechos Constitucionales con un grupo de abogados convencidos por su trabajo a favor de los derechos civiles en Mississippi de la necesidad de crear un nuevo centro jurídico dedicado a utilizar las leyes para hacer avanzar los derechos humanos y para luchar contra la opresión. El centro, ubicado en Manhattan, permanece activo. Este mes, un acuerdo alcanzado entre el Departamento de Policía de Nueva York y un grupo que lo acusaba de discriminación racial exigía que el departamento informara de todos los casos de detención y registro al centro y a otros abogados de demandantes.

Después de combinar primero la práctica de la abogacía general en Nueva York con sus trabajos a favor de los derechos civiles, Kinoy decidió en 1964 dedicarse a la enseñanza, uniéndose a la Facultad de Derecho de la Universidad Rutgers como profesor. En 1983, Harvard University Press publicó su libro Rights on Trial: The Odyssey of a People's Lawyer. Fue jubilado forzosamente en 1991 del cargo de profesor emérito tras una larga batalla jurídica. En aquel momento, Henry Furst, abogado de Newark y antiguo alumno de Kinoy, dijo de la jubilación forzosa de éste: "A lo largo de 26 años ha sido la razón de que muchos estudiantes fueran a Rutgers: para estudiar con él. Es como matar a Sócrates".-

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