Crónica:FÚTBOL | Liga de Campeones

El Celta estropea un estreno feliz

El conjunto de Lotina se duerme en Brujas y empata un encuentro en el que fue superior

Le faltó experiencia. Quiso vivir de las rentas. Se vino abajo en el último tramo. Explicaciones diversas para el porqué de que el Celta regalase un empate cuando tenía la victoria en el bolsillo. Su superioridad quedó amortiguada por el entusiasmo del Brujas, que sólo dio señales de vida en los últimos minutos. Suficientes para amargar el estreno en la máxima competición europea al cuadro gallego, que debería tirarse de los pelos por la oportunidad desperdiciada. Porque hay que aventurarse a decir que su rival, muy vulgar, está condenado a ser el último del grupo.

Tal vez por esa vena ...

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Le faltó experiencia. Quiso vivir de las rentas. Se vino abajo en el último tramo. Explicaciones diversas para el porqué de que el Celta regalase un empate cuando tenía la victoria en el bolsillo. Su superioridad quedó amortiguada por el entusiasmo del Brujas, que sólo dio señales de vida en los últimos minutos. Suficientes para amargar el estreno en la máxima competición europea al cuadro gallego, que debería tirarse de los pelos por la oportunidad desperdiciada. Porque hay que aventurarse a decir que su rival, muy vulgar, está condenado a ser el último del grupo.

Tal vez por esa vena teatral escondida en el subconsciente del futbolista latino, José Ignacio se hizo el malito un par de minutos. Se echó al suelo, fue retirado en camilla y el Brujas se quedó con un hombre menos justo antes de acabar la primera parte. Cierto que Mendoza le lanzó un balonazo a la cara con la mano, pero no pareció para tanto. La expulsión era reglamentaria, aunque el público se lo tomó muy mal por la picaresca española. El panorama, en todo caso, quedó despejado. Pasados los temores iniciales, el Celta acabó muy convencido la primera parte. Recreándose en la suerte del regate, pero sin nadie con el acierto para romper la portería belga. Desde luego, ni Milosevic ni Vagner, torpes ambos en los últimos metros. El yugoslavo, demasiado pesado, parece lejos de sus mejores días. Y al brasileño de nada le sirvió correr como un búfalo hacia Butina e ir dejando atrás rivales. Llegado el momento, se le difuminó la portería.

BRUJAS 1 - CELTA 1

Brujas: Butina; De Cock, Maertens (Gvozdenovic, m. 68), Clement, Van der Heyden; Simons; Stoica (Englebert, m. 30), Ceh (Saeternes, m. 77); Verheyen, Martens y Mendoza.

Celta: Pinto; Sergio, Contreras, Berizzo; Vagner, José Ignacio, Juanfran; Ángel (Velasco, m. 77), Gustavo López (Jandro, m. 63), Jesuli (Silvinho, m. 81); y Milosevic.

Goles: 0-1. M. 49. Juanfran, tras penetrar en el área por la izquierda. 1-1. M. 83. Saeternes, tras otra internada parecida.

Árbitro: Kasnaferis (griego). Expulsó a Mendoza (m. 45) y a Martens (m. 90) por doble amarilla. Amonestó a Verheyen, Van der Heyden, Ángel Sergio, Mendoza y Berizzo.

27.000 espectadores en el estadio Jan Breydel.

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Con tres centrales, Lotina planteó un partido contemplativo. A ver qué tenía este equipo para haber eliminado al Borussia de Dortmund en la fase previa. Pasada la media hora, se vio que el Brujas no tiene nada. Nadie con la calidad, por ejemplo, de Jesuli o Gustavo López. Ni siquiera el rumano Stoica, el más latino de los locales, que se marchó lesionado. El control fallido de Martens en el minuto 37 dejó claro cuál es el nivel técnico del conjunto belga: ínfimo. El espigado Martens trataba de parar un balón fácil, que venía de unos ocho metros de altura, pero le golpeó en la espinilla.

El Celta volcó casi toda su percusión por la izquierda. Se juntaron Gustavo López y Jesuli y lanzaron a Juanfran, su hombre con más zancada. El lateral izquierdo se lo pasó en grande. Puesto que Berizzo le cubría la espalda, Juanfran dio rienda suelta a su espíritu libre y se marchó al ataque sin previo aviso. Lo que resultó fundamental. La enésima de sus incursiones la culminó él mismo con un disparo al primer palo que puso en evidencia al portero belga, otro desastre.

Poco acostumbrado a sutilezas, el estadio Jan Breydel abrió la boca asombrado ante el regate de Jesuli al capitán Simons: le dio salida a la pelota por la derecha mientras se escabullía por la izquierda. Y Simons, que fue al bulto, pasó de largo.

El Celta quiso gestionar la segunda parte con la posesión del balón. Lotina recurrió a Jandro para ello. Y a eso se aplicó el centrocampista. El campo se convirtió en un rondo gallego hasta que, de pronto, no se sabe muy bien por qué, el Brujas encontró un agujero inesperado. El Celta advirtió entonces que había perdido una ocasión de oro y quiso reaccionar. Pero apenas le quedaban ya fuerzas. Ni ideas. Y, además, el Brujas acabó eufórico el encuentro y con su gente empujando por todas partes.

Juanfran, en el momento de marcar el primer gol del Celta en la Liga de Campeones.REUTERS

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