Mayor, el favorito 'desaparecido'

Jaime Mayor Oreja ha pasado de ser el candidato favorito de todas las encuestas a la sucesión, o lo que es lo mismo el político del PP al que preferían ver en la presidencia del Gobierno la mayoría de los votantes del partido del Ejecutivo, a diluirse en los últimos meses tras su decidida apuesta por el País Vasco.

Aunque la mayoría de las apuestas entre los ministros, dirigentes y parlamentarios del PP se dirimen entre Rodrigo Rato y Mariano Rajoy, son pocos los que se atreven a descartar definitivamente a Jaime Mayor en la carrera de la sucesión. Y todo ello porque dentro del PP hay u...

Jaime Mayor Oreja ha pasado de ser el candidato favorito de todas las encuestas a la sucesión, o lo que es lo mismo el político del PP al que preferían ver en la presidencia del Gobierno la mayoría de los votantes del partido del Ejecutivo, a diluirse en los últimos meses tras su decidida apuesta por el País Vasco.

Aunque la mayoría de las apuestas entre los ministros, dirigentes y parlamentarios del PP se dirimen entre Rodrigo Rato y Mariano Rajoy, son pocos los que se atreven a descartar definitivamente a Jaime Mayor en la carrera de la sucesión. Y todo ello porque dentro del PP hay una amplia coincidencia en que el análisis que Jaime Mayor hace de la cuestión territorial y de la situación del País Vasco son muy estimados por José María Aznar para quien estos temas son cruciales en la figura de su sucesor.

Esta sintonía entre dos políticos fuertemente ideologizados -el madrileño Aznar, de 50 años, y el donostiarra Mayor, de 52- es la que mantiene aún la llama y las expectativas en el entorno del ex ministro del Interior.

Pero si la firmeza ideológica con que Mayor afronta el debate contra el nacionalismo cuenta ante Aznar, numerosos ministros y cuadros del PP creen que también su exclusiva dedicación al País vasco ha terminado por perjudicarle. De Mayor se conocen pocos pronunciamientos políticos que no tengan que ver con el nacionalismo o el terrorismo.

Paradójicamente, la bajada de la tensión en el País Vasco, como consecuencia del acoso sufrido por el terrorismo etarra y la kale borroka a cuenta de la actuación cada vez más eficiente de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la presión judicial y popular, al situar al País Vasco en un lugar mediático secundario, han terminado por quitarle el primer plano y perjudicarle.

Mayor ha afrontado el último año de la sucesión en condiciones de inferioridad con sus contrincantes al carecer de la plataforma del Consejo de Ministros, tras presentarse como candidato del PP a lehendakari en las elecciones vascas de 2001 y perderlas. Es verdad que no quiso entrar en el Gobierno en la última crisis ministerial, en julio del pasado año. Aznar le ofreció un ministerio, pero Mayor alegó para su rechazo que quería dedicarse a las elecciones municipales de 2002 en el País Vasco.

Dispuso de la plataforma que el Congreso del PP le ofreció en el otoño e invierno pasados como coordinador del programa del partido para las elecciones municipales, pero él mismo ha solido reconocer que no la pudo utilizar porque esa tarea coincidió con la crisis política derivada de la catástrofe del Prestige.

Mayor es de los miembros del PP que nunca han reconocido estar en la carrera de la sucesión, como Rato. Pero tampoco lo ha negado. Sus posibilidades son proporcionales a la importancia que Aznar le dé al componente ideológico del sucesor.