"Cacicada de la FIDE y de Kaspárov"

Ponomáriov, airado por la anulación de su duelo contra el ruso por el título mundial de ajedrez

El esperpento y el caos definen hoy al ajedrez de élite. Tras diez años de cisma, la Federación Internacional (FIDE) canceló ayer por detalles nimios el Campeonato del Mundo de la reunificación entre el campeón oficial, el ucranio Ruslan Ponomáriov, y el número uno, el ruso Gari Kaspárov, a pesar de que había un acuerdo total en lo referente al dinero. El duelo iba a comenzar el próximo 18 de septiembre en Yalta (Ucrania). Ponomáriov, de 19 años, califica la decisión de "cacicada de la FIDE y Kaspárov".

Tras aceptar que los análisis del control antidopaje se realizasen en un país...

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El esperpento y el caos definen hoy al ajedrez de élite. Tras diez años de cisma, la Federación Internacional (FIDE) canceló ayer por detalles nimios el Campeonato del Mundo de la reunificación entre el campeón oficial, el ucranio Ruslan Ponomáriov, y el número uno, el ruso Gari Kaspárov, a pesar de que había un acuerdo total en lo referente al dinero. El duelo iba a comenzar el próximo 18 de septiembre en Yalta (Ucrania). Ponomáriov, de 19 años, califica la decisión de "cacicada de la FIDE y Kaspárov".

Tras aceptar que los análisis del control antidopaje se realizasen en un país occidental y no en Rusia ni en Ucrania, la FIDE rechazó otras tres exigencias de Ponomáriov: que el segundo árbitro hable ruso; eliminar el día de descanso, añadido a última hora, entre la 12ª y última partida y un eventual desempate, y suprimir una cláusula que permite a la FIDE sustituir a ambos jugadores en situaciones extremas.

El ucranio no firmó el contrato antes del mediodía del jueves como exigía la FIDE. El búlgaro Silvio Danaílov, su representante, aseguró que el presupuesto -2,5 millones de dólares, uno de ellos para los premios- "estaba cubierto al 100% por el Gobierno de Ucrania" y no por el presidente de la FIDE, el mecenas ruso Kirsán Iliumyínov, quien también preside la república autónoma de Kalmikia. "La prepotencia típica de los rusos y el miedo de Kaspárov a perder son las únicas razones lógicas para explicar esta cacicada", añadió Danáilov.

Kaspárov dijo el miércoles: "Quisiera creer que los problemas se arreglarán y que no son más que un intento de ponerme nervioso". "Gari no está disponible ahora", contestó ayer su madre a una llamada telefónica de este diario.

La FIDE necesita que haya un campeón reconocido por todos: Kaspárov estaba ante la ocasión de serlo a sus 40 años y Ponomáriov tenía poco que perder y mucho dinero y gloria que ganar.

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