Entrevista:YAGO LAMELA | ATLETA Y PLUSMARQUISTA MUNDIAL DEL AÑO EN SALTO DE LONGITUD

"Aún me falta potencia en la batida"

Yago Lamela (Avilés, Asturias; 1977) está sereno, de buen humor y ligeramente excitado ante la gran expectación que ha levantado su salto del lunes por la noche en un control en Castellón: 8,53 metros, la mejor marca mundial del año y en vísperas de los Campeonatos del Mundo de París. Durante la entrevista que concedió ayer a este periódico, en Valencia, se le acercó un hombre de casi dos metros, le dio la mano y le felicitó: "Congratulations". Lamela se emocionó y advirtió: "¡Es Powell, es Powell!". Nada menos. El estadounidense Mike Powell, el recordman desde 1991 (8,95 metros)...

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Yago Lamela (Avilés, Asturias; 1977) está sereno, de buen humor y ligeramente excitado ante la gran expectación que ha levantado su salto del lunes por la noche en un control en Castellón: 8,53 metros, la mejor marca mundial del año y en vísperas de los Campeonatos del Mundo de París. Durante la entrevista que concedió ayer a este periódico, en Valencia, se le acercó un hombre de casi dos metros, le dio la mano y le felicitó: "Congratulations". Lamela se emocionó y advirtió: "¡Es Powell, es Powell!". Nada menos. El estadounidense Mike Powell, el recordman desde 1991 (8,95 metros), ya cuarentón y con algunos kilos de más, trotaba por las pistas de atletismo del río Turia como entrenador de un equipo de Arabia Saudí.

"Estoy tan rápido como Powell cuando hizo el récord del mundo o como Lewis"

Pregunta. ¿Le da buenas sensaciones París?

Respuesta. Hoy [ayer] estoy un poco asustado porque veo que hay mucha prensa y mucha expectación. No me lo esperaba. Pero, por otro lado, me gusta porque me veo en condiciones de hacer algo bueno. Quiero jugármela y me veo bien.

P. Dice que su estado físico es "increíble", el mejor de su carrera. ¿Tiene que ver con su peso?

R. Sí. Debo estar en 78 kilos. Estoy muy fino, con menos grasa que nunca. Es debido a la dieta. Por el calor tan fuerte, como menos de lo habitual. Yo tiendo a engordar, así que es el calor me ha venido de maravilla.

P. ¿Han sido los entrenamientos tan duros como explica su entrenador, Rafa Blanquer?

R. La parte precompetitiva, la invernal, sí. Ahora, menos; estamos en la fase técnica.

P. ¿Lleva una vida monacal?

R. Sí, bastante. Lo de salir queda para mi años mozos, con menos de 20 años. Aunque quisiera, no me lo podría permitir. Me entreno al límite y necesito descansar porque, si no, no llegaría en condiciones al entrenamiento.

P. ¿Cuándo fue por última vez a una discoteca?

R. Este año he ido un día. Aquí, en Valencia. Fue una época que estaba agobiadillo con las marcas y Rafa [Blanquer] me dijo que me buscara un plan. Es muy raro que lo haga, pero se dio cuenta de que lo necesitaba. Eso sí, sólo hasta una hora módica: las tres de la madrugada.

P. ¿Cómo desconecta del atletismo?

R. Con cosas muy lúdicas, como los vídeojuegos. O como esta semana: han venido mis padres y he estado con ellos.

P. ¿Tiene abandonados sus estudios de informática?

R. Sí. Estudié dos años en la universidad de Oviedo, pero no pude seguir por el atletismo.

P. ¿Se va a llevar algún libro a Francia?

R. Sí, El Señor de los Anillos. Creo que lo terminaré allí porque nos alojaremos en un colegio mayor en el que no hay tele.

P. Pese a sus 8,53 metros, dice que no está muy contento de algunos detalles técnicos. ¿De cuáles?

R. Estoy muy rápido, al nivel de las entradas de Powell cuando hizo el récord o de las de Carl Lewis [otro norteamericano]. Pero me cuesta coordinar la entrada a tabla y no logro toda la potencia en la batida. Salté largo por la velocidad, pero me faltó potencia en la batida. Hoy tengo el cuello destrozado de las caídas en la arena.

P. ¿De su época de triplista le queda algo?

R. Rafa quiere que haga un triple un año de éstos. Piensa que puedo saltar mucho porque soy muy triplista. Me gustaría.

P. ¿En qué ha cambiado su cuerpo desde 1999, cuando saltó 8,56 y fue subcampeón mundial?

R. He cambiado mucho en las piernas. Antes hacía muchas pesas y tenía mucha masa muscular. Tenía piernas de levantador de pesas. Ahora las tengo de velocista, con más densidad.

P. ¿Y la mente?

R. Pues en que he pasado todo tipo de experiencias, buenas y malas, y tengo las cosas mucho más claras.

P. Si está fino, ¿es el cubano Iván Pedroso, cuatro veces campeón del mundo, inalcanzable?

R. Iván es una persona honesta. Tiene una calidad técnica y física y una gran elegancia. Junto a Lewis, es en quien más me he fijado. Le he copiado algún pequeño gesto. Él es un crack y yo soy el aspirante.

P. ¿Cómo vivió el positivo de Alberto García [subcampeón mundial de los 3.000 metros]?

R. Con mucha sorpresa e inquietud porque se nos ve como un equipo. Se corre el peligro de que se nos meta a todos en el bote cuando el atletismo es totalmente individual.

P. ¿Cuántas medallas lograrán los españoles en París?

R. Entre cuatro, si sale muy mal, y siete, si sale bien.

P. ¿Hay pesimismo?

R. Después de lo de Alberto, mucha gente del fondo se ha venido abajo. El resto seguimos igual: Manuel Martínez [lanzamiento de peso], en sus 21 metros; yo, con 8.50...

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