Carlos Sainz salva los muebles

No es el Rally de Finlandia, antes llamado Mil Lagos, el territorio favorito de Carlos Sainz. Ganó allí una vez, en 1990, año en el que conquistó el primero de sus dos títulos mundiales. Pero desde entonces, pocas veces se ha visto a gusto al español en tierras nórdicas. En esta edición logró salvar los muebles y, aunque se cayó del podio en el último recorrido, su cuarto puesto le permite aguantar en el segundo de la clasifiación general, a cinco puntos del líder, el británico Richard Burns (Peugeot), tercero en la carrera finlandesa.

"Seguimos estando en la lucha por el Mundial", dijo...

No es el Rally de Finlandia, antes llamado Mil Lagos, el territorio favorito de Carlos Sainz. Ganó allí una vez, en 1990, año en el que conquistó el primero de sus dos títulos mundiales. Pero desde entonces, pocas veces se ha visto a gusto al español en tierras nórdicas. En esta edición logró salvar los muebles y, aunque se cayó del podio en el último recorrido, su cuarto puesto le permite aguantar en el segundo de la clasifiación general, a cinco puntos del líder, el británico Richard Burns (Peugeot), tercero en la carrera finlandesa.

"Seguimos estando en la lucha por el Mundial", dijo Sainz al bajarse de su Citroën Xsara. Y no le falta razón. Pocos son cinco puntos cuando quedan cinco pruebas por disputarse. Pero la general sigue apretándose. A los tres primeros, Burns, Sainz y el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot), se les han unido el noruego Peter Solberg (Subaru), segundo ayer, y el estonio Markko Martin (Ford), el ganador. Sólo siete puntos separan a Sainz de este último.

Luchaba Sainz con Solberg y Burns por conquistar la segunda o la tercera plaza del podio, pues la primera era propiedad de Martin, cuando su vehículo sufrió un problema en los amortiguadores. Pero el madrileño decidió arriesgarse aun con el peligro de provocar una rotura definitiva. "Con el coche en esas condiciones y 40 kilómetros de dos especiales por delante, sabía que iba a ser muy complicado aguantar entre los primeros", explicó; "me he arriesgado al máximo y nos hemos llevado más de un susto, ya que mantener el coche en la pista, en sexta y a fondo no resultaba sencillo. Al final, conseguimos resistir sin problemas".

Pero el gran protagonista de la jornada fue Martin, el ganador. Durante el último decenio, en Finlandia sólo habían ganado corredores locales. Aún más: en toda la historia del rally, únicamente dos foráneos, Sainz y el francés Didier Auriol, habían logrado vencer en el país nórdico. Martin acabó con esa supremacía y se coló en la lucha por el título, que se presenta apasionante: "Hemos cumplido y ahora nos toca esperar a Australia [donde del 3 al 7 de septiembre se disputará la próxima carrera]. Seguimos cerca del liderato y vamos a luchar por alcanzarlo", concluyó Sainz.