El Valencia se estimula en Liverpool

A punto de arrancar la Premier League -comienza la próxima semana-, el mítico estadio de Anfield presentó el aspecto candente de los partidos oficiales. En el mismo escenario en el que ha firmado alguna de sus últimas gestas europeas, el Valencia derrotó al Liverpool en el primer test serio al que se enfrentaba en esta pretemporada. Lo hizo sin alardes, sacando el máximo provecho de sus escasas oportunidades y con una buena dosis de fortuna.

El conjunto de Rafa Benítez respondió con una actuación potable al clima de desconfianza que se ha creado respecto a las prestaciones de su ...

A punto de arrancar la Premier League -comienza la próxima semana-, el mítico estadio de Anfield presentó el aspecto candente de los partidos oficiales. En el mismo escenario en el que ha firmado alguna de sus últimas gestas europeas, el Valencia derrotó al Liverpool en el primer test serio al que se enfrentaba en esta pretemporada. Lo hizo sin alardes, sacando el máximo provecho de sus escasas oportunidades y con una buena dosis de fortuna.

El conjunto de Rafa Benítez respondió con una actuación potable al clima de desconfianza que se ha creado respecto a las prestaciones de su plantilla. Ante un Liverpool que no es gran cosa, jugó con cierta soltura y criterio, administró bien la ventaja que adquirió con el gol de Vicente en el minuto 15 y remató al grupo inglés en la segunda parte con el del joven canterano Xisco.

Entremedias hubo varias oportunidades del Liverpool, cuyos delanteros las tiraron por la borda, y un par de buenas paradas de Palop, quien se llevó los aplausos de la grada. Se le da bien Inglaterra al portero valenciano, que aún debe recordar la portentosa actuación que tuvo el pasado diciembre en Higbury, frente al Arsenal, en la Liga de Campeones.

El Valencia se sacudió el polvo tras el golazo de Vicente, obligado a jugar en la banda derecha por la lesión de Rufete. Es posible que Vicente tenga menos desborde y su contribución al juego ofensivo del equipo disminuya cuando se le cambia de banda, pero puede aprovechar, como hizo ayer, las ventajas que al jugar como interior o extremo derecho tienen los zurdos, capaces de sorprender desbordando hacia el interior, por ejemplo. O también sacarse de la chistera un tiro cruzado desde el vértice derecho del área grande, como el centrocampista, cuyo tanto despertó a su equipo, que hasta entonces había sesteado.

Tuvo bastante fortuna el Valencia. Heskey y Owen dejaron en evidencia varias veces a Ayala y Pellegrino, pero los delanteros ingleses no tuvieron su día. Una de las tareas de Benítez es encontrar el punto de consistencia que hizo célebre en Europa a la zaga valencianista, que la pasada campaña ya emitió señales preocupantes.

En el medio campo, el Valencia tiene cuerda para rato siempre que Baraja y Albelda estén entonados. Conocidas las prestraciones de Vicente, es una incógnita el internacional uruguayo Canobbio, fichado al Peñarol, que pasó inadvertido ayer. En todo caso, no parece que vaya a desplazar a Vicente de la titularidad una vez que se recupere Rufete.

Quien tampoco estuvo muy afortunado fue Aimar, aún lejos de su mejor momento de forma. Y el que desaprovechó una oportunidad más fue Salva, que tendrá esta temporada más competencia: el Valencia ha fichado al máximo goleador de de la pasada Copa Libertadores, el brasileño Ricardo Oliveira, cuyo rendimiento está por ver.