Reportaje:

El nadador total

Tratando de emular a Mark Spitz y con vistas a Atenas 2004, Michael Phelps compite en otras distancias y estilos a los que le encumbraron en Barcelona

La voracidad de Michael Phelps no tiene límites. Lo dicen sus allegados y también los retos que se marca sin cesar. Después de pasar por los Mundiales de Barcelona como un auténtico devorador de récords -batió cinco- y de medallas -se colgó cuatro-, el nuevo fenómeno de la natación mundial ya se ha fijado una nueva meta: convertirse en el nadador total. A eso apunta la selección de pruebas que ha hecho en los campeonatos de Estados Unidos que se disputan desde el pasado martes en el College Park de Maryland.

Mientras la mayoría de estrellas estadounidenses -excepción hecha de la veteran...

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La voracidad de Michael Phelps no tiene límites. Lo dicen sus allegados y también los retos que se marca sin cesar. Después de pasar por los Mundiales de Barcelona como un auténtico devorador de récords -batió cinco- y de medallas -se colgó cuatro-, el nuevo fenómeno de la natación mundial ya se ha fijado una nueva meta: convertirse en el nadador total. A eso apunta la selección de pruebas que ha hecho en los campeonatos de Estados Unidos que se disputan desde el pasado martes en el College Park de Maryland.

Mientras la mayoría de estrellas estadounidenses -excepción hecha de la veterana y plusmarquista mundial de los 100 metros mariposa, Jenny Thompson- reponen fuerzas o se encuentran en Santo Domingo para los Juegos Panamericanos, Phelps ha optado por mezclarse entre las promesas de su país y buscar nuevos horizontes. Como si quisiera retarse a sí mismo, como si competir en las pruebas en las que ya ha fulminado marcas no le interesara ahora, el excepcional mariposista nadará los 100, 200 y 400 metros libre y los 200 espalda, pruebas en las que no se zambulló en la piscina del Sant Jordi. Sólo repetirá en los 200 metros estilos, distancia de la que es plusmarquista mundial.

Su objetivo es claro. Con tan sólo 18 años y la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Atenas, su gran cita, el nadador de Baltimore se ha propuesto emular al mítico Mark Spitz y desposeerlo del título de nadador total que conquistó en los Juegos Olímpicos de 1972. Entonces, Spitz, con 22 años, salió de Múnich blandiendo siete medallas de oro (100 y 200 metros mariposa, 100, 200, 400 y 800 libre y el relevo 4x100) y otros tantos récords del mundo fulminados. Nunca nadie, ni antes ni después, ha logrado repetir semejante proeza. Phelps está decidido a ser el primero. "Todos mis sueños se han cumplido hasta ahora. Espero que esto siga", señaló el joven imberbe de Baltimore antes de tirarse a la piscina del College Park. "Aún puedo superar los límites y, si todo va como quiero, aproximarme a Mark Spitz".

Nueve días después de su estelar actuación en Barcelona, Phelps pasa ahora su primer test preolímpico tratando de calibrar en cuánto le aventajan aún Ian Thorpe (200 y 400 libres), Aaron Peirsol (200 espalda) y Pieter van den Hoogenband (100 libres), los hombres más rápidos en las pruebas en las que no tenido aún su bautismo mundial. Y sus primeros resultados son más que reveladores. En los 100 metros libres y en los 200 espalda, Phelps ha pasado a la final con los mejores tiempos de las preliminares. El extraterreste está lejos aún de las marcas del holandés y de Peirsol, pero ya amenaza.

Michael Phelps, durante los Mundiales de Barcelona.VICENS GIMÉNEZ

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