EL AGOSTO DE BERNAT SORIA

Toda la familia sigue a papá

"Desde hace tres o cuatro años mi mujer tomó la sabia decisión de no programar vacaciones y que toda la familia siguiera a papá". El destino vacacional del científico valenciano y director del Instituto de Bioningeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Bernat Soria, está condicionado por el lugar donde desarrolla sus investigaciones con células madre embrionarias, lo que le obliga a trabajar en países distintos para obrar de acuerdo con la legalidad vigente.

Este año su mujer, Verónica, médico y directora de la biblioteca de la Universidad de Alicante, y sus dos hijas, Aita...

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"Desde hace tres o cuatro años mi mujer tomó la sabia decisión de no programar vacaciones y que toda la familia siguiera a papá". El destino vacacional del científico valenciano y director del Instituto de Bioningeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Bernat Soria, está condicionado por el lugar donde desarrolla sus investigaciones con células madre embrionarias, lo que le obliga a trabajar en países distintos para obrar de acuerdo con la legalidad vigente.

Este año su mujer, Verónica, médico y directora de la biblioteca de la Universidad de Alicante, y sus dos hijas, Aitana y Bárbara, de 12 y 11 años, respectivamente, viajarán a Singapur, donde Soria trabaja con células madre embrionarias de carácter humano. La última semana emprenderán rumbo a París, porque papá participará en el XVIII Congreso Internacional de Diabetes. "Es una decisión compartida, consulto cualquier proyecto, y mi familia lo acepta", explica Soria, que vive infatigable su destino viajero: por y para investigar, en un momento "apasionante", debido "a la conexión existente entre el verdadero motor de la ciencia, que son otros científicos, que te llaman para trabajar."

Entonces, ¿en qué se diferencia un día de vacaciones, de uno de trabajo de Bernat Soria? En la oportunidad de disfrutar algo más de la familia: "En Singapur se trabaja incluso los sábados, pero ahora podré escaparme algún día a comer a casa; normalmente los compañeros me traen el bocadillo al laboratorio", señala Soria, que goza con dinámicas imperceptibles para muchos: llegar a casa, antes de las 19.30; nadar en la piscina con sus hijas; leer la novela comprada hace tiempo o, simplemente, paseando su arroz de la Ribera y all i pebre, allá adonde viaja, o en la reunión dominical con los amigos en su casa, en la playa de Alicante.

Este científico nacido en Carlet hace 52 años reconoce que le apetecería viajar muchísimo menos. "Hay meses en los que no puedo dormir ni una noche en casa, aunque se dan épocas en las que paso 20 días de un mes". La reciente reforma de la Ley de Reproducción Asistida con la que el Gobierno da cobertura legal a la investigación con células madre embrionarias con fines terapéuticos "podría condicionar el mes de agosto de 2004, en tanto que puede significar que no adquiera nuevos compromisos", aunque advierte, que continuará con los proyectos ya adquiridos en el extranjero.

A lo largo del año también planifica un viaje en pareja, cuyo lugar obedece a la agenda: "A finales de septiembre imparto una conferencia en Chile y reservaré tres o cuatro días para ver los glaciares sureños". Este agosto le gustaría leer la biografía de García Márquez o el último libro de Vargas Llosa. También le encanta la poesía, y relee a Ausiàs March y a William Blake. Escucha todo tipo de música desde Verdi a Queen.

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