FÚTBOL | Fase clasificatoria para el Campeonato de Europa de Portugal 2004

Tsartas gana a Shevchenko

Grecia continuó dándole disgustos a España. Ya es la primera del grupo y depende de sí misma. Sólo le queda jugar en Armenia y recibir a Irlanda del Norte, los más débiles y ya sin jugarse nada.

El 0-0 que señalaba el marcador en Atenas, ante Ucrania, a falta de tres minutos podía ser el mejor para los intereses de España. Grecia y ella perdían dos puntos, aunque no se descartaran para el liderato.

Pero Tsartas, el ex sevillista, que dio muchas muestras de su clase en su paso por España, envió entonces el centro perfecto, de volea, sin dejar caer el balón. No fue el pase c...

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Grecia continuó dándole disgustos a España. Ya es la primera del grupo y depende de sí misma. Sólo le queda jugar en Armenia y recibir a Irlanda del Norte, los más débiles y ya sin jugarse nada.

El 0-0 que señalaba el marcador en Atenas, ante Ucrania, a falta de tres minutos podía ser el mejor para los intereses de España. Grecia y ella perdían dos puntos, aunque no se descartaran para el liderato.

Pero Tsartas, el ex sevillista, que dio muchas muestras de su clase en su paso por España, envió entonces el centro perfecto, de volea, sin dejar caer el balón. No fue el pase clásico, pero sí el del especialista en manejar el balón. Y Haristeas, que había entrado, como él, en la segunda parte, metió muy bien el pie para marcar.

Otto Rehhagel, el ténico alemán de Grecia, recurrió a Tsartas para mover un partido de sentido casi único local, pero al que no había sacado rentabilidad antes. Giannakopoulos, el goleador contra España, desperdició un penalti y un cañonazo del central Dellas lo sacó de milagro el portero.

Ucrania pareció mejorar algo en la segunda mitad y Shevchenko, pese a estar siempre vigilado, obligó a Nikopolidis, el guardameta griego, a su única intervención de mérito en todo el encuentro. Pero fue su única aparición.

Grecia recuperó pronto el mando, en cuanto Tsartas tomó la batuta, y el gol que había merecido acabó llegando al borde del final. Minutos antes, incluso pudo haber dos penaltis, pero el árbitro, el belga De Bleeckere, no los pitó.

Al partido le faltó calidad, pero en el fútbol suele ocurrir que basta un detalle para decidir. Como el de Tsartas.

El contraste de la calidad perdida se empezó viviendo en la jornada europea de ayer en Bakú, donde Azerbayán, uno de los novatos, ganó 2-1 a Serbia y Montenegro. Los yugoslavos nunca se recuperan y Savicevic, su técnico y ex jugador de otras glorias, dimitió.

Mijatovic tal vez jugó su último partido.

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