LA CRISIS DEL PAÍS VASCO

Ibarretxe asume el plan de paz socialista y abre otra mesa de diálogo

El PNV asumió ayer en el Parlamento vasco el plan de paz presentado por el Partido Socialista de Euskadi (PSE), que supone la convocatoria de una mesa de diálogo en la que participarían todos los partidos representados en la Cámara que rechacen la violencia. La propuesta fue apoyada por PNV, Izquierda Unida y Unidad Alavesa, y rechazada por el Partido Popular, Euskal Herritarrok y Eusko Alkartasuna. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ya ha citado para el lunes a los partidos. El PP ha anunciado que no asistirá.

La propuesta de paz del PSE generó una auténtica revolución en las alianza...

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El PNV asumió ayer en el Parlamento vasco el plan de paz presentado por el Partido Socialista de Euskadi (PSE), que supone la convocatoria de una mesa de diálogo en la que participarían todos los partidos representados en la Cámara que rechacen la violencia. La propuesta fue apoyada por PNV, Izquierda Unida y Unidad Alavesa, y rechazada por el Partido Popular, Euskal Herritarrok y Eusko Alkartasuna. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ya ha citado para el lunes a los partidos. El PP ha anunciado que no asistirá.

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La propuesta de paz del PSE generó una auténtica revolución en las alianzas que hasta ahora han mantenido los partidos en la Cámara vasca. Los socios se distanciaron y los adversarios políticos coincidieron en las votaciones. Mientras que el PNV apoyó parcialmente la propuesta de los socialistas, su socio en el Gobierno, Eusko Alkartasuna, la rechazó, alineándose así con EH. En el otro lado, socialistas y populares, que han mantenido posiciones coincidentes en los temas de pacificación, votaron enfrentados. El PP, que anunció que no acudirá a la convocatoria del lehendakari, considera que los socialistas se han acercado al PNV "y se han olvidado de la Constitución, el Estatuto y de exigir la condena del terrorismo", según dijo su portavoz, Leopoldo Barreda. EH rechazó la propuesta por considerar que el Pacto de Lizarra sigue siendo el instrumento válido "para dar solución al conflicto". El origen del debate es la proposición no de ley del PSE en la que considera urgente activar el proceso de paz, por lo que insta al lehendakari a convocar a las fuerzas parlamentarias previa aceptación de las reglas democráticas y la renuncia expresa a la violencia. Los socialistas añadían un cuarto punto, en el que pedían "el acatamiento y respeto a la legalidad vigente" como condición básica para el diálogo. Este punto no se aprobó por el rechazo del PNV