100 tripulantes rusos quedan atrapados bajo el Ártico en un submarino nuclear

La nave chocó con un sumergible extranjero, según el almirantazgo

Unas rutinarias maniobras navales en el mar de Bárens, en el Ártico ruso, pueden desembocar en una tragedia para los más de 100 tripulantes del submarino nuclear Kursk, atrapados desde el domingo a unos 150 metros de profundidad. El sumergible se halla varado en el fondo marino con graves daños y sus reactores nucleares desconectados después de haber sufrido una colisión con un submarino extranjero, según la hipótesis que maneja el almirantazgo ruso. El Kursk, que puede transportar hasta 24 misiles atómicos, navegaba desarmado cuando se produjo el accidente. Las autoridades rusas dieron cuenta...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Unas rutinarias maniobras navales en el mar de Bárens, en el Ártico ruso, pueden desembocar en una tragedia para los más de 100 tripulantes del submarino nuclear Kursk, atrapados desde el domingo a unos 150 metros de profundidad. El sumergible se halla varado en el fondo marino con graves daños y sus reactores nucleares desconectados después de haber sufrido una colisión con un submarino extranjero, según la hipótesis que maneja el almirantazgo ruso. El Kursk, que puede transportar hasta 24 misiles atómicos, navegaba desarmado cuando se produjo el accidente. Las autoridades rusas dieron cuenta del siniestro ayer, cuando ya habían enviado una flota de rescate a la zona. Como primera medida de urgencia, la armada conectó al submarino nuclear una campana sumergida que suministra oxígeno y combustible a la nave. Sin embargo, el almirantazgo ruso reconoció lo desesperado de la situación y confesó que "no son muchas" las posibilidades de rescatar a los marinos con vida. Expertos internacionales advirtieron de que el margen de actuación para lograr el rescate de la tripulación en un submarino de las características del Kursk no supera las 48 horas.

Más información