El Reino Unido aprueba la clonación de embriones humanos con fines médicos

El objetivo es fabricar tejidos para implantes

El Gobierno británico tomó ayer una decisión histórica y dio su visto bueno a la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos. La medida, que fue rechazada de plano por el Vaticano, impone estrictos controles y limitaciones a este tipo de investigación, de forma que nunca se podrá desarrollar sin supervisión pública o mientras exista una técnica alternativa. La decisión, que tiene que pasar en otoño el trámite parlamentario, ha sido adoptada después de que el Gobierno británico recibiese el informe de un comité de expertos que aconsejaba su puesta en marcha por su futura utilidad en e...

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El Gobierno británico tomó ayer una decisión histórica y dio su visto bueno a la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos. La medida, que fue rechazada de plano por el Vaticano, impone estrictos controles y limitaciones a este tipo de investigación, de forma que nunca se podrá desarrollar sin supervisión pública o mientras exista una técnica alternativa. La decisión, que tiene que pasar en otoño el trámite parlamentario, ha sido adoptada después de que el Gobierno británico recibiese el informe de un comité de expertos que aconsejaba su puesta en marcha por su futura utilidad en el tratamiento de enfermedades. En ningún caso, recalcaron los especialistas, esta técnica permite la clonación de seres humanos completos. Un hecho que el Gobierno británico insistió en calificar de "criminal e inaceptable". Este tipo de investigación, que hasta ahora sólo desarrollaban empresas privadas de EE UU, parte de la producción de embriones clonados de los pacientes. De estos embriones, antes de su eliminación, se obtienen las preciadas células madre, capaces de generar casi cualquier tipo de tejido (neuronas, músculo, intestino, hígado, páncreas, hueso...) para su implante en el enfermo. La principal virtud de este método es que la clonación, al garantizar la identidad genética entre el donante y el receptor, elimina el más grave escollo asociado a los trasplantes, el rechazo. En España, la Ley de Reproducción Asistida, de 1988, prohíbe la producción de embriones para fines distintos a los reproductivos. Numerosos expertos han señalado, sin embargo, que al redactarse la ley se desconocían las posibilidades médicas de este nuevo tipo de clonación.

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