Los 55 años de Sergio Vitier
El guitarrista y compositor cubano Sergio Vitier celebró su 55 cumpleaños con un concierto de lujo en el teatro Amadeo Roldán de La Habana, en el que hubo de todo: jazz, samba, boleros, música de cine y hasta un tema de violín con tambores africanos. Aunque no hacía ninguna falta, Vitier demostró nuevamente que es uno de los grandes de la música cubana. Tanto por su ejecución impecable en la guitarra como por su forma de introducir los tambores y lo afrocubano en la música sinfónica. La noche en el Amadeo Roldán comenzó con unas improvisaciones del pianista Chucho Valdés y luego ...
El guitarrista y compositor cubano Sergio Vitier celebró su 55 cumpleaños con un concierto de lujo en el teatro Amadeo Roldán de La Habana, en el que hubo de todo: jazz, samba, boleros, música de cine y hasta un tema de violín con tambores africanos. Aunque no hacía ninguna falta, Vitier demostró nuevamente que es uno de los grandes de la música cubana. Tanto por su ejecución impecable en la guitarra como por su forma de introducir los tambores y lo afrocubano en la música sinfónica. La noche en el Amadeo Roldán comenzó con unas improvisaciones del pianista Chucho Valdés y luego subió al escenario la cantante Marta Valdés, que interpretó, acompañada por Vitier, el bolero de José Antonio Méndez ¿Por qué dudas? Su hermano, el pianista y también compositor José María Vitier, fue otro de los invitados que le rindieron homenaje; tocaron juntos, con Enrique Plá a la batería, una pequeña joya: Meditación. Para el estreno de Guajira subieron a acompañar a Vitier al escenario el tresero Pancho Amat y el pianista Ernán López-Nussa. Y después vino el acabóse: Sergio soltó la guitarra y se puso a dirigir la Orquesta de Solistas de La Habana. Estrenó varios temas pertenecientes a la banda sonora de Roble de olor, la última película del director cubano Rigoberto López -Vitier ha compuesto la música de 77 filmes cubanos-, y la noche terminó con una singular rumba sinfónica que dejó al público anonadado. Por cierto, debido a la falta de promoción de los organizadores de la feria Cubadisco, patrocinadora del concierto, el público fue escaso, aunque muy entusiasta.