Las autoridades de Florida ordenan revisar a mano 450.000 votos

Un juez decide hoy si el escrutinio debe seguir

La comisión electoral de Palm Beach, una de las circunscripciones electorales más disputadas en el Estado de Florida, ordenó ayer revisar a mano la totalidad de los casi 450.000 sufragios emitidos en dicho condado en las elecciones de EE UU. Las autoridades de Palm Beach adoptaron esta decisión a la vista de las posibles irregularidades detectadas tras el recuento voto a voto del 1% de las papeletas, ya que en esa pequeña muestra se habían descubierto 36 nuevos votos a favor del candidato demócrata, Al Gore.

Gore estaba situado anoche a sólo 327 sufragios por detrás del republicano Geor...

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La comisión electoral de Palm Beach, una de las circunscripciones electorales más disputadas en el Estado de Florida, ordenó ayer revisar a mano la totalidad de los casi 450.000 sufragios emitidos en dicho condado en las elecciones de EE UU. Las autoridades de Palm Beach adoptaron esta decisión a la vista de las posibles irregularidades detectadas tras el recuento voto a voto del 1% de las papeletas, ya que en esa pequeña muestra se habían descubierto 36 nuevos votos a favor del candidato demócrata, Al Gore.

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Gore estaba situado anoche a sólo 327 sufragios por detrás del republicano George Bush en el Estado de Florida, cuyo gobernador es Jeb Bush, hermano del candidato. La batalla por la Casa Blanca, en la que los 25 votos electorales de dicho Estado son cruciales, se disputa voto a voto en Palm Beach y en otros tres condados en los que los demócratas buscan el paradero de hasta 2.000 sufragios que, según ellos, el escrutinio mecánico podría haber arrebatado a Gore. A este respecto, de mantenerse la tendencia apuntada en el recuento manual de ese 1% en Palm Beach la victoria sería para los demócratas. Los responsables de la campaña de Bush esperan a que hoy se pronuncie un juez federal en Miami sobre su reclamación para que se detenga el escrutinio manual en los condados donde los demócratas han denunciado los resultados. El ex secretario de Estado James Baker, apoderado de Bush en la disputa electoral, advirtió ayer de que sólo se retiraría la demanda si el vicepresidente renunciara a que se complete el recuento manual. "Si el gobernador Bush no tiene miedo a perder en un recuento manual, no debería poner objeciones", le replicó Warren Chistopher, representante de Gore. El vicepresidente ha garantizado ya que la batalla por la Casa Blanca no durará "semanas o meses". Las manifestaciones, la presión de la prensa y los llamamientos de los líderes políticos han desatado un clamor para que EE UU salga de esta crisis sin precedentes.