Mil jóvenes de 16 a 18 años pasarán de la cárcel al reformatorio en enero

La nueva ley del menor tendrá un fuerte impacto en las autonomías

La Ley Penal del Menor va a aliviar ligeramente las cárceles españolas, pero va a agobiar los centros correccionales de las autonomías. Todos los delincuentes de entre 16 y 18 años que estén en prisión preventiva cuando la ley entre en vigor el 13 de enero saltarán directamente a instituciones de reforma, mientras que los ya condenados en sentencia firme tendrán que esperar a que se revise su expediente. Las comunidades autónomas calculan que más de 1.000 menores darán ese salto.

La Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor, que antes de entrar en vigor ha sido reformada en parte ...

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La Ley Penal del Menor va a aliviar ligeramente las cárceles españolas, pero va a agobiar los centros correccionales de las autonomías. Todos los delincuentes de entre 16 y 18 años que estén en prisión preventiva cuando la ley entre en vigor el 13 de enero saltarán directamente a instituciones de reforma, mientras que los ya condenados en sentencia firme tendrán que esperar a que se revise su expediente. Las comunidades autónomas calculan que más de 1.000 menores darán ese salto.

La Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor, que antes de entrar en vigor ha sido reformada en parte y tiene un artículo en suspenso hasta 2002, va a comenzar a tener efectos prácticos desde el primer momento, al elevar de los 16 a los 18 años la barrera a partir de la cual una persona va al reformatorio o a la cárcel. Una enmienda aprobada en el Senado en la madrugada del pasado día 15, dentro del paquete de Medidas Urgentes para la Agilización de la Justicia, fijó que a partir del 13 de enero los menores de 18 años en prisión preventiva pasarían "automáticamente" de las celdas de las cárceles a las de los reformatorios. En esa situación se encuentran en la actualidad 600 jóvenes, según las cifras de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. No obstante, el número hubiera sido mayor de no ser porque amplios sectores de jueces de menores ya han estado descontando durante este año los preceptos de la ley, por lo que enviaban a los jóvenes preventivos a los centros de menores de régimen cerrado y no a las cárceles. Las cifras de adolescentes que cambiarán de modelo penitenciario aumentarán con los penados a los que se revisarán sus expedientes. Otros 600 menores de 18 están cumpliendo su pena en prisión. En estos casos, los jueces evaluarán individualmente cada caso para decidir si abandonan o no las prisiones. No lo harán los autores de "crímenes muy violentos", según fuentes del Ministerio de Justicia. Las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias de menores y que, por tanto, tienen a su cargo los centros de reforma, han calculado que tendrán que acoger a más de 1.000 jóvenes procedentes de las cárceles. Las autonomías que más adolescentes tendrán que internar son Madrid, Andalucía, Galicia y Cataluña, aunque esta última comunidad es la que más se ha preparado para afrontar los efectos de la ley, según Juan Fernando López Aguilar, responsable socialista de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico. No obstante, el temor principal proviene de la evolución de la delincuencia juvenil. Durante el año pasado, 25.856 menores de 18 años fueron detenidos como presuntos autores de hechos delictivos. De ellos, 14.931 tenían entre 16 años y 17 años. La tasa de delitos perpetrados por menores no ha parado de crecer desde 1992, hasta significar el 12,3% del total. La Fiscalía General del Estado incoó en 1999 un total de 24.869 asuntos relacionados con menores. El crecimiento de los delitos de menores al año pasado fue del 13%, según el Observatorio de la Seguridad Pública, un grupo de estudio del Sindicato Unificado de la Policía. En el primer trimestre de este año ya habían sido detenidos 7.992 menores.

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