El Tau ofrece a Corrales la ocasión de resurgir

El Buesa Arena, en Vitoria, es uno de los pabellones en los que peor trago ha pasado Iván Corrales en su trayectoria deportiva. Allí le tocó viajar con el Caja San Fernando el 28 de noviembre de 1999, en la jornada inmediatamente posterior a su detención por la denuncia de una joven que le acusó de agresión sexual. En la cancha, el público vitoriano la tomó con él. Lo tachó de violador. Corrales, aunque entero en apariencia, anotó sólo dos puntos en 11 minutos y fue eliminado por faltas. Allí empezó a torcerse su carrera, que ha dado tumbos desde entonces. La casualidad ha reunido de nuevo al ...

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El Buesa Arena, en Vitoria, es uno de los pabellones en los que peor trago ha pasado Iván Corrales en su trayectoria deportiva. Allí le tocó viajar con el Caja San Fernando el 28 de noviembre de 1999, en la jornada inmediatamente posterior a su detención por la denuncia de una joven que le acusó de agresión sexual. En la cancha, el público vitoriano la tomó con él. Lo tachó de violador. Corrales, aunque entero en apariencia, anotó sólo dos puntos en 11 minutos y fue eliminado por faltas. Allí empezó a torcerse su carrera, que ha dado tumbos desde entonces. La casualidad ha reunido de nuevo al base formado en la cantera de Badalona con el Tau. El club de Vitoria lo ha fichado hasta final de curso para cubrir la baja por lesión de Elmer Bennett.

El Baskonia le brinda así a Corrales la oportunidad de resurgir. Su vida profesional ha sido una montaña rusa. De ser considerado como la nueva perla del baloncesto español, titular en el Joventut (dejando en el banquillo a Raúl López) e internacional con la selección española que ganó la plata en el Europeo de Francia, Corrales pasó al ostracismo en cuestión de meses. Y todo a causa de un hecho extradeportivo.

A Iván Corrales (Plasencia, Cáceres, 28 años) lo denunció por violación una conocida suya, con la que mantuvo relaciones sexuales la noche del 11 de noviembre de 1999. El jugador fue juzgado en la Audiencia de Sevilla, pero quedó absuelto en noviembre pasado. El tribunal consideró "poco coherente y razonable" la denuncia presentada.

El base, pese a su inocencia, ha estado marcado desde aquella temporada. Su cotización deportiva bajó en picado. Del San Fernando al Lobos Cantabria para luchar, sin éxito, por evitar el descenso; de allí, al Bilbao Basket de la LEB-1 (la segunda categoría española), donde después de dos semanas le dieron la libertad para fichar por el Air Avellino, de la Lega italiana.

Corrales, olvidado ya por la afición española, tiene ahora una oportunidad de verdad en el actual campeón de Liga. El equipo que le ofrece la posibilidad de cerrar el círculo que se abrió hace tres años y medio en Vitoria.

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