Reportaje:

La guerra marca la campaña

El PP intenta mantener su programa de actos electorales y la oposición se niega a dejar de lado el conflicto de Irak

"Hay un sentimiento muy fuerte en la calle, eso no hay quien lo niegue, pero cuando la gente vaya a votar el próximo día 25 de mayo, lo que se sopesarán serán los programas y la gestión de los candidatos. Y no hay duda, ahí están las propuestas y la gestión de Alberto Ruiz-Gallardón". Quien hace esta rotunda defensa del candidato del Partido Popular a la alcaldía de Madrid es Manuel Cobo, consejero de Presidencia del Gobierno regional y jefe de la campaña municipal. Él es el encargado de programar los actos del candidato al Ayuntamiento.

"No hemos variado nuestra agenda, pero lo que sí ...

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"Hay un sentimiento muy fuerte en la calle, eso no hay quien lo niegue, pero cuando la gente vaya a votar el próximo día 25 de mayo, lo que se sopesarán serán los programas y la gestión de los candidatos. Y no hay duda, ahí están las propuestas y la gestión de Alberto Ruiz-Gallardón". Quien hace esta rotunda defensa del candidato del Partido Popular a la alcaldía de Madrid es Manuel Cobo, consejero de Presidencia del Gobierno regional y jefe de la campaña municipal. Él es el encargado de programar los actos del candidato al Ayuntamiento.

"No hemos variado nuestra agenda, pero lo que sí es indudable es que la guerra ha variado el foco de atención de todo el mundo y que en estos momentos es muy difícil hablar de proyectos. Nosotros no hemos comenzado la campaña, a diferencia de otros partidos, sólo hemos avanzado algunos de nuestros planes, por eso apenas ha habido cambios", añade Cobo.

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El jefe de campaña de Ruiz-Gallardón, en cambio, cree que han sido los otros partidos los que han variado su escenario. "Hay grupos, como Izquierda Unida, que según las encuestas no iban a tener ni representación, que ahora, con el conflicto con Irak, han encontrado un punto de unión con la gente que antes no tenían".

Tanto Alberto Ruiz-Gallardón como su compañera del Partido Popular y candidata a sucederle en el Gobierno regional, Esperanza Aguirre, son los dos aspirantes que más han notado en sus actos de campaña el rechazo a la postura del Gobierno en el conflicto.

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"No rehuimos la presencia en la calle", advierte Miguel Ángel Villanueva, jefe de campaña de Esperanza Aguirre. "La candidata ha dejado claro que quiere seguir con la agenda prevista en los barrios, en los municipios. El otro día, en el municipio de Collado-Villalba, 15 personas mostraron sus protestas. En los actos, la gente le dice lo que piensa, y ella, lejos de evitarlo, busca el diálogo. A ella le gustan estas cosas porque gana en el cuerpo a cuerpo. Lo que sí es cierto es que en la última semana las posturas se han radicalizado; por eso, cuando en un acto se escucha: 'Asesino, hijo de puta', es difícil dialogar", admite el jefe de campaña.

"Nosotros no hemos cambiado la agenda ni nuestro discurso; quienes lo han hecho han sido el PSOE e IU, que utilizan el conflicto de Irak como único argumento de campaña. Pero el 25 de mayo se verá que los ciudadanos lo que quieren saber, por ejemplo, es qué partido les ofrece las mejores propuestas en Sanidad", añade.

Tanto Cobo como Villanueva evitan comentar las últimas encuestas. "Cualquier sondeo está ahora alterado por el conflicto", coinciden.

"Es repugnante vincular la guerra con expectativas electorales, es grosero e indecente", sostiene Rafael Simancas, el candidato socialista al Gobierno regional. "Lo que es indudable es que la atención política está centrada en la guerra y, por tanto, esta influye en el desarrollo de la precampaña", asevera el aspirante socialista.

Simancas explica que ha adecuado algunas fechas de su agenda de precampaña a movilizaciones contra la guerra. "Pero, por lo demás, seguimos con los actos programados de antemano. Continuamos con las citas en los barrios y en los distritos Lo que sucede es que la gente en la calle nos pregunta por la guerra, por nuestra postura con el Gobierno. El otro día, por ejemplo, en un acto en Torrejón de Ardoz, la gente lo que quería saber era nuestra opinión sobre la utilización de la base norteamericana".

Trinidad Jiménez, candidata socialista a la alcaldía, asegura que sus planes no han cambiado: "Cuando empezó la guerra, suspendimos los actos de ese día por solidaridad, como respeto y duelo por las víctimas de esta guerra. Pero después, por respeto a nuestros electores, hemos continuado con la precampaña tal y como estaba prevista".

Eso sí, Jiménez utiliza la precampaña para hablar del conflicto de Irak. "Quiero dejar claro que no sólo tengo el derecho a expresar mi posición ante este conflicto. También creo que es mi deber con la ciudadanía el expresarla. Creo que no sólo hay que hablar de lo que afecta a Madrid; ser responsable con la ciudadanía significa también hablar de valores, principios y ética, puesto que ellos tienen el derecho de saber el marco en el que se mueven sus representantes", señala.

"Yo doy prioridad a cualquier acto relacionado con la guerra antes que a los programados previamente de la precampaña", explica Inés Sabanés, candidata de IU al Ayuntamiento de Madrid. "De hecho, desde el primer día de los bombardeos hasta el lunes suspendimos todas las citas que teníamos fijadas. No sólo lo hacemos porque nos parece necesario, sino porque la gente ha cambiado su foco de interés. Da igual lo que hagas o lo que digas en relación con la precampaña, todo queda en un segundo plano. Además, yo no acepto la normalización en estos momentos de conflicto".

"El día 25 de mayo, las urnas se van a convertir en un referéndum contra la guerra y en una contestación no sólo contra el Gobierno, sino contra el PP, que no ha dejado otra salida que la guerra", proclama Miguel Reneses, uno de los responsables de la campaña de Fausto Fernández, candidato de IU al Gobierno. "Cada día cambiamos la agenda porque creemos que nuestra presencia física en las movilizaciones es necesaria y lo seguiremos haciendo", dice.

Ana Botella limita su presencia

Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno central, José María Aznar, ha limitado al máximo su presencia en los actos públicos desde que se inició la guerra de Irak.

Si durante su primera etapa como número tres de la lista del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella había sido incansable, ahora su asistencia a actos públicos se ha reducido notablemente. Ni tan siquiera el pasado miércoles acompañó a Alberto Ruiz-Gallardón, presidente regional y candidato a alcalde por el PP, al desayuno electoral en el parque ferial Juan Carlos I, aunque sí estuvo en los anteriores actos celebrados en el hotel Ritz y en el Círculo de Bellas Artes.

Eso sí, el miércoles, Botella acudió a la entrega de la Estrella de Oro que le fue concedida por el Club de Medios a la periodista María Teresa Campos. La candidata del PP fue la encargada de entregar el galardón en una fiesta a la que asistieron desde Carmen Cervera, baronesa Thyssen, hasta la actriz Lina Morgan y el empresario Juan José Hidalgo, presidente del Grupo Air Europa. Botella antes estuvo en un desayuno en la agencia Efe y cerró la jornada en un acto en la Casa de América.

"No hemos cambiado nada la agenda", explica un miembro de su equipo. "Si no hemos estado en los distritos en los últimos días y hemos hecho otro tipo de actos, es porque no tocaba, pero para nada estamos variando la agenda".

El jueves por la tarde, Botella se dejó ver de nuevo, esta vez en una conferencia celebrada en Pamplona en la que habló de la importancia de la presencia de la mujer en la sociedad actual.

Días antes del inicio de los bombardeos, Ana Botella tuvo que afrontar en un acto electoral en Leganés los reproches de un grupo de ciudadanos por el apoyo de José María Aznar a las tesis de George W. Bush en favor de un ataque militar a Irak. "Yo también soy pacífica", atajó Ana Botella ante las protestas.

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