Siete fugas por la guerra en Córdoba
Al menos siete militantes del PP de Córdoba han presentado su renuncia en los últimos días por la política de esta formación respecto a la acción bélica en Irak. Diversas fuentes consultadas aseguran que el número de bajas podría ser mayor en los próximos días. Un portavoz del PP aseguró ayer que únicamente cuatro personas han solicitado su salida del partido.
Los afiliados que han solicitado la baja son afines al anterior presidente provincial, Enrique Bellido, que fue expulsado del PP, y se unen a otra decena de militantes que pidieron la baja antes de la crisis de Irak.
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Al menos siete militantes del PP de Córdoba han presentado su renuncia en los últimos días por la política de esta formación respecto a la acción bélica en Irak. Diversas fuentes consultadas aseguran que el número de bajas podría ser mayor en los próximos días. Un portavoz del PP aseguró ayer que únicamente cuatro personas han solicitado su salida del partido.
Los afiliados que han solicitado la baja son afines al anterior presidente provincial, Enrique Bellido, que fue expulsado del PP, y se unen a otra decena de militantes que pidieron la baja antes de la crisis de Irak.
La actuación de José María Aznar desde el inicio de la crisis entre EE UU e Irak ha sido el detonante para estos afiliados, que ya estaban descontentos desde mayo de 2002, momento en que el PP creó una gestora en Córdoba para dirigir el partido en la provincia. En un congreso provincial posterior, celebrado a finales de año, María Jesús Botella fue elegida presidenta provincial. Este congreso provincial fue impugnado por un pequeño grupo de militantes que también decidió abandonar el partido, aunque días antes de iniciarse la crisis de Irak. La impugnación aún está pendiente de resolución.
Uno de los siete afiliados que ha pedido la baja tras la guerra, Salvador González Pérez, fue concejal de El Carpio (4.465 habitantes) durante ocho años, presidente local durante nueve y responsable provincial de Mayores con Bellido.
Una de las solicitudes de baja la presentó el lunes María Victoria Sánchez Moñino, militante desde febrero de 1987. En su escrito a María Jesús Botella relata: "Me declaro totalmente en contra de la política de quien dirige tanto el partido como el Gobierno de la nación, haciendo constar mi rechazo absoluto a la intervención ilegal en Irak". Sánchez concluye uniéndose a la petición "mayoritaria" de los ciudadanos al reclamar "no a la guerra", no sin antes desaprobar la gestión de la actual directiva del partido.